Ahora, todos usamos el microondas para calentar una gran variedad de alimentos, es un electrodoméstico que en cuestión de minutos logra la temperatura ideal para consumir tu comida, evitando tener que lavar muchos utensilios de cocina y disminuyendo los tiempos de cocción.
En muchas ocasiones, creemos que podemos calentar todo tipo de comida sin ningún inconveniente, pero es una realidad que debemos evitar hacerlo con las patatas y con la carne, ¿por qué?, una pregunta que todos nos hemos hecho y que en esta ocasión conoceremos las principales razones.
¿Por qué no debemos calentar las patatas?
Las patatas por ninguna razón deben calentarse en el microondas, en el interior del alimento se puede formar una alta temperatura, causando que se genere presión, que al momento de sacarlo del electrodoméstico y cortarlo explotaría al igual que un globo, situación que ensucia todo lo que esté a su alrededor, además de causar quemaduras si cae en vuestra piel.
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La otra situación por la que no debemos calentar las patatas, básicamente ponemos en riesgo nuestra salud, puesto que no logra crear un calentamiento uniforme, además de que las temperaturas que se usan no son suficientes para eliminar a los microorganismos. Se recomienda calentarlas en el horno caliente a 175 °C por 20 minutos, o usando la misma temperatura en la freidora de aire.
¿Qué ocurre con la carne?
En el caso de la carne, la respuesta es similar que con las patatas, puesto que no se logra una temperatura uniforme, además de ser un ambiente ideal para el desarrollo de microorganismos que son dañinos para la salud, mientras que modifica negativamente la textura y sabor de la carne.
Para lograr su recalentado, se recomienda cocinarla sobre alguna sartén o una plancha, de esta manera lograrás una mejor cocción, un mayor control en las temperaturas que se usen, y evitaremos la proliferación de bacterias.
Son recomendaciones de cocina que te ayudarán a lograr una buena cocción de los alimentos, mientras evitamos alguna intoxicación alimentaria por ciertas bacterias. Son técnicas sencillas que nos ayudarán a tener seguridad alimentaria en el manejo de ciertas recetas, pasos que debemos aplicar en nuestro día a día.