Cuando uno es pequeño, siempre las abuelas son las chefs y te ponen a lavar todo tipo de carne, incluyendo el pollo. Pero en la actualidad muchos científicos han descubierto que la práctica “milenaria” de lavar la pollo crudo puede ser una práctica nociva para la salud.
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¿Por qué no debes lavar el pollo?
La Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido aseguró que la carne del pollo cuenta con una bacteria llamada Campylobacter, su propagación puede generar en enfermedades gastrointestinales como diarrea, náusea o vómito. Esta bacteria la podemos encontrar en la carne cruda de pollo o en la leche sin pasteurizar.
Los expertos explican que durante su lavado, el agua puede salpicar la bacteria, y contaminar utensilios de cocina, ingredientes que estén a su alrededor e incluso la ropa que traigas puesta, son gotículas (gotas no visibles al ojo humano) que contaminan todo lo que esté a nuestro alrededor.
¿Cuál es la forma correcta de lavar el pollo?
Sí debe lavarse el pollo, pero debemos de seguir algunas recomendaciones para evitar enfermarnos de dicha bacteria, a continuación te lo explicamos.
- Debemos lavar nuestro pollo en un recipiente con agua y sal, usaras un chorro de agua no tan intenso para evitar salpicaduras. Por último es importante secar el pollo con toallas de papel.
- Durante su lavado no debe de haber utensilios de cocina u otros alimentos para no salpicar.
- La tabla que usamos para cortar debe ser exclusivamente para el pollo y no usarlo en otros alimentos, esto puede provocar una contaminación cruzada.
- No debes tocarte la cara u ojos durante el proceso, una vez terminado nos lavamos las manos.
- Dentro de las medidas es importante una cocción correcta del pollo, aquí no se puede aplicar los términos medios como la carne de res.
Es momento de cambiar nuestro hábito de limpieza, para prevenir enfermarse para cuidar de nuestra familia, tal vez para los más grandes de la casa sea difícil este cambio, pero lavar el pollo correctamente es una medida que nos protege a todos.