GUISANTES

Guisantes con jamón, una receta básica y muy sencilla para hacer en casa

Una de las mejores recetas para cenar de forma ligera, ¿Nunca hiciste unos guisantes con jamón?

La mejor receta de guistantes con jamón.Créditos: Gastrolab.
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Si cocinar no es lo tuyo y te acabas de emancipar, o si eres estudiante y buscas recetas rápidas y fáciles, ¡los guisantes con jamón son tu solución! Este plato clásico es perfecto para quienes no tienen mucha experiencia en la cocina, pero quieren disfrutar de una comida casera sabrosa y nutritiva.

Con solo unos pocos ingredientes y un proceso de preparación muy sencillo, puedes sorprender a tus amigos o simplemente darte un gusto sin pasar horas en la cocina. Además, no necesitas habilidades especiales ni equipo complicado, solo ganas de comer bien sin complicarte la vida. Con esta receta, te darás cuenta de que preparar algo delicioso como unos guisantes con jamón puede ser tan fácil como abrir la nevera y sacar lo esencial. ¡Vamos a cocinar!

Receta de guisantes con jamón sencilla

Ingredientes para 4 personas

  • 500 gramos de guisantes frescos o congelados.
  • 150 gramos de jamón serrano en taquitos.
  • 1 cebolla pequeña.
  • 2 dientes de ajo.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal y pimienta al gusto.
  • Caldo de pollo o agua.

Si me lo permites, te comparto algunos consejos para cocinar correctamente los guisantes con jamón:

  1. Si usas guisantes frescos, procura que estén tiernos y de buen color; si son congelados, descongélalos previamente.
  2. Opta por un jamón de calidad para darle un sabor más intenso al plato. Puedes elegir entre un jamón más curado o uno más suave, según tu preferencia.
  3. Elige cebollas pequeñas y ajos frescos para obtener un sabor más pronunciado.

Así se preparan los guisantes con jamón

  1. Comienza picando finamente la cebolla y los ajos. En una sartén grande, calienta un chorrito de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añade la cebolla y sofríela hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Luego, añade los ajos picados y sofríelos por un par de minutos más, hasta que desprendan su aroma.
  2. Una vez que la cebolla y el ajo estén bien pochados, agrega los taquitos de jamón a la sartén. Sofríe todo junto durante unos minutos, removiendo para que el jamón suelte su sabor y se integre bien con la base de la cebolla y el ajo.
  3. Añade los guisantes a la sartén y mezcla bien con el sofrito. Si usas guisantes frescos, es posible que necesiten un poco más de tiempo de cocción; si son congelados, se cocinarán rápidamente. Asegúrate de que los guisantes estén bien mezclados con el jamón y la cebolla.
  4. Añade un poco de caldo de pollo o agua para que los guisantes se cocinen y se mantengan jugosos. Cocina a fuego lento durante unos 10-15 minutos, hasta que los guisantes estén tiernos pero no deshechos. Ajusta la sal y la pimienta al gusto, pero ten en cuenta que el jamón ya es salado, así que prueba antes de añadir más sal.
  5. Una vez cocidos, retira del fuego y deja reposar unos minutos antes de servir. Puedes decorar el plato con un poco de perejil fresco picado o acompañarlo con unas rebanadas de pan rústico.

Los beneficios de comer guisantes con jamón

Son ricos en proteínas

Los guisantes y el jamón son una excelente fuente de proteínas, esenciales para el desarrollo y reparación de nuestros músculos y tejidos. Este plato ofrece un balance perfecto entre proteínas vegetales y animales, contribuyendo a una dieta equilibrada.

Son ricos en fibra

Los guisantes son ricos en fibra dietética, lo que ayuda a regular el tránsito intestinal y prevenir problemas digestivos. La fibra también es crucial para mantener niveles saludables de colesterol y controlar el azúcar en sangre.

Bajos en calorías

Este plato es ideal para aquellos que buscan mantener un peso saludable, ya que es bajo en calorías pero muy saciante, gracias a la combinación de guisantes y jamón. Esto lo convierte en una opción perfecta para una comida ligera y nutritiva.

Alto contenido en minerales

Los guisantes aportan una gran cantidad de vitaminas A, C y K, que son vitales para la salud ocular, el sistema inmunológico y la coagulación sanguínea. Además, son ricos en minerales como hierro, magnesio y potasio, que ayudan a mantener el equilibrio electrolítico y la salud ósea.

Contiene grasas saludables

El uso de aceite de oliva en la preparación de este plato añade grasas monoinsaturadas saludables, que son beneficiosas para el corazón y ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) en la sangre, promoviendo una buena salud cardiovascular.