Las plantas de tomates son de los mejores cultivos para sembrarse desde el huerto en casa y tener la posibilidad de aprovechar sus deliciosos frutos dentro de la cocina. Sembrar esta variedad puede ser mucho más fácil si se recurre a los semilleros como primer paso de germinación, en donde se podrá garantizar el éxito completo.
¿Qué es un semillero?
Son pequeñas parcelas creadas de diversos materiales desde plástico hasta cartón, en donde se colocan semillas de algunos cultivos o plantas para que estas germinen de poco en poco y después puedan trasplantarse a un lugar fijo para que puedan crecer de acuerdo a sus necesidades.
Este método de cultivo, según los expertos del huerto o personas dedicadas a la siembra, garantiza que semilla germine de la manera correcta, porque el pequeño espacio de estos contenedores permite visibilizar el avance de cada una y detectar rápidamente posibles fracasos, al contrario de sembrar directamente en el suelo o maceta.
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Para tener una planta de tomates, la mejor forma de lograrlo es recurriendo a un par de semilleros en los que se podrán germinar las semillas y así disfrutar de esta útil variedad gastronómica. Por eso en esta ocasión, te compartimos una guía paso a paso que ayudará a hacer el proceso mucho más sencillo de lo que parece.
Guía para cultivar tomates en semilleros
Para hacer esta tarea, necesitas:
- Semillas de tomate
- Tierra fértil c/s
- Sustrato c/s
- Pequeña cuchara de jardinería
- Agua c/s
- 4-6 semilleros
Procedimiento
Cabe mencionar que los semilleros puedes adquirirlos en una tienda especializada para plantas o bien ponerte un poco creativo desde el hogar y recurrir algunos materiales reciclados para hacerlos desde cero, puedes seguir esta manualidad para hacerlos desde casa.
- Mezcla un poco de tierra fértil con sustrato y rellena 3/4 de la capacidad total de cada semillero, ayúdate con la cuchara de jardinería.
- En cada uno, deberás colocar de cuatro a seis semillas de tomate y agregar unas ligeras gotitas de agua, cubrir con más tierra combinada con sustrato y volver a hidratar con un poco de agua.
- Deberás posicionarlos en un lugar con luz directa durante los primeros días y regar, cada que la tierra se muestre seca, evita encharcarla, ya que el riego excesivo puede ser uno de los factores principales para no tener éxito en la siembra.
En poco tiempo, cerca de las dos semanas, las semillas habrán brotado sus primeras raíces y hasta posibles tallos verdes que se comienzan a asomar por la tierra. Tendrás que seguir las mismas instrucciones desde el día uno hasta que los brotes tengan al menos de 8 a 10 cm de largo.
Cuando los brotes sean lo suficientemente largos podrás trasplantarlos en una maceta o directamente en el suelo y así seguir cultivando tu planta de tomates desde la comodidad del huerto urbano. Recuerda ser muy constante con los cuidados y tener la paciencia necesaria para, en un futuro no muy lejano, cerca de los 6 meses poder comenzar a disfrutar de los primeros frutos de esta gran variedad.