El origen de la pasta de arroz todavía se debate, pero estos fideos son indiscutibles alimentos básicos de la gastronomía del sur, este y sureste asiático. Generalmente suelen ser incorporados en sopas, ensaladas o salteados y se pueden almacenar frescos, congelados o secos, pero en un período muy corto.
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La pasta de arroz suele tener distintos grosores y texturas, pero tiene una densidad muy liviana, por lo que cocinar este alimento requiere unos cuidados mínimos. Preparar estos fideos es sencillo y realmente muy rápido: esa es la clave. A la hora de utilizar estas finas tiras en las recetas, la técnica consiste en sumergirlas previamente en agua muy caliente.
Si deseas hacer un salteado, por ejemplo, las pastas de arroz deben pasar primero por el breve procedimiento antes mencionado. De esta manera, el alimento llegará al wok precocinado y quedará con el punto justo para disfrutarlo en el momento. Pero en el caso de elaborar un guiso o sopa, eventualmente se pueden añadir estos fideos sin la inmersión previa en el agua caliente.
Eventualmente se puede cocinar con esta técnica porque la costumbre asiática es ablandar la pasta de arroz en un primer momento y luego añadirla al guiso o sopa cuando dicha preparación sea retirada del fuego. Es de esta forma que se controla la cocción y la textura de los fideos. En cuanto al tiempo de inmersión, todo depende del grosor del alimento.
Para dejar en claro: en el caso de los fideos y el papel de arroz muy finos, bastarán 30 segundos de inmersión en el agua caliente; con los tallarines más gruesos, se requieren algunos minutos; y con las cintas (muy características de la cocina tailandesa), podemos necesitar entre 10 y 20 minutos para cocinarlas.