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Esta es la cantidad de aceite ideal para hacer un huevo frito perfecto

La cantidad de aceite y otros aspectos determinan el éxito y acabado perfecto de un huevo frito.

Huevo frito.Fuente: Producción Gastrolab
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A pesar de que el huevo frito tiene una mala fama de “comida poco saludable”, hay que rescatar que este alimento no presenta cantidades significativas de calorías respecto de otras recetas que también llevan este ingrediente proteico. También hay que destacar que contiene propiedades beneficiosas para el organismo. 

Un huevo duro o cocido de gallina estándar, según la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA), representa 145 calorías por cada 100 gramos de alimento y un poco más de 10 gramos de grasas totales. Los datos cambian cuando se hace frito: las calorías son 185 y los otros componentes grasos son 14,5 gramos. 

Si bien parece muy fácil hacer un huevo frito, requiere cierta técnica para que quede perfecto, con la textura que a muchos les fascina: yema jugosa, clara esponjosa y bordes bien crujientes (lo que llamamos en algunas regiones como “puntilla”). Si alguna vez has intentado hacer este plato y has fallado, ha sido porque algo falló con respecto a la temperatura, el utensilio, la calidad del huevo o la cantidad de aceite.

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Respecto de este último ingrediente mencionado, la cantidad ideal requerida para freír un huevo es de un dedo o dos. Pero esto va a depender de la forma y el fondo que tenga la sartén donde se cocine este alimento en el aceite. No es necesario llenar demasiado el recipiente, pero tampoco hay que colocar una cantidad escasa como si estuviésemos haciendo un huevo a la plancha.

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El resto es aplicar las técnicas más adecuadas: utilizar huevos a temperatura ambiente, nunca sacados de la nevera; deslizar el alimento lo más cerca posible del aceite y la sartén para no salpicar ni romper la yema; y bañar con el líquido caliente la parte de la clara para que quede más esponjosa, se forme la puntilla y la yema quede bien líquida, no cuajada. Lo ideal es utilizar aceite de oliva a una temperatura de 180°C, porque no degrada el alimento al cocinarlo tan caliente.