Las proteínas y minerales que aportan los garbanzos, los hacen alimentos ideales para sumar a dietas saludables. Cada 100 gramos contienen 718 mg de potasio y 252 mg de fósforo, por mencionar solo los datos nutritivos más relevantes. Estas legumbres tienen un proceso especial de cocción, pero también otros aspectos a tener en cuenta si se quiere optimizar su compra.
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Uno de los errores que debes evitar cuando cocines garbanzos, se da al momento de la compra o adquisición de estas legumbres. Es allí cuando debes asegurarte que te estás quedando con alimentos frescos y de buena calidad. Ya que, de lo contrario, nunca tendrás una cocción exitosa con productos vencidos o viejos, que carecen de la humedad y textura ideal para poder disfrutarlos con todas sus propiedades beneficiosas.
Otra de las equivocaciones que se suelen cometer al cocer garbanzos es saltar el paso fundamental para que se ablanden: el remojo. Este se torna un procedimiento fundamental para que estas legumbres lleguen con la textura adecuada para entrar en el agua hirviendo y terminar el proceso de cocción exitoso. Debes colocarlo entre 12 y 24 horas en agua para que se hidraten y adquieran el doble de su volumen.
Cuando no calculas correctamente la proporción de garbanzos y agua, estás cometiendo otro error al cocer estas legumbres. Esto es muy importante porque puedes frenar significativamente la cocción si te quedas sin este líquido en la olla. En el caso de que llegue a pasarte esta situación, inmediatamente debes añadir más agua caliente.
Si hay recetas tradicionales en nuestro país, una de ellas son los potajes con garbanzos. En el caso de que quieras combinarlos con otros ingredientes mientras los coces, no debes juntarlos desde el principio, sino sumarlos cuando las legumbres vayan por la mitad de su cocción. De a poco, puedes ir sumando, por ejemplo, chorizo.