Consumir garbanzos es muy importante en una dieta saludable por el alto contenido de fibra y minerales que tienen. Las recetas para incorporar estas legumbres son muchas y hay para todos los gustos, combinaciones y restricciones alimentarias (por ejemplo la intolerancia a la lactosa o celiaquía).
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A la hora de preparar alguna comida con garbanzos, debes remojarlos durante horas para obtener una textura más suave y maleable para las recetas. El mínimo de tiempo para que se ablanden un poco son 12 horas, pero si quieres un resultado mucho más óptimo vas a tener que dejarlos un día entero.
Dejar los garbanzos en remojo garantiza que el tiempo de cocción sea menor y que no gastes energía o gas en vano, ya que no terminarán de cocerse de forma correcta. En el caso de que necesites estas legumbres ablandadas y te hayas olvidado de hacer este paso importante de dejarlas en agua, existen unos trucos que puedes aplicar para acelerar el proceso.
Uno de ellos es utilizar el microondas. Sí, este artefacto nos agiliza varios procesos con los alimentos y los garbanzos no son la excepción. Para que se puedan ablandar más rápido debes colocarlos en un recipiente con tres partes de agua cada una de estas legumbres. Luego debes taparlo y encender el artefacto por 15 minutos a máxima potencia.
Otro truco es acudir al agua muy caliente: al punto de ebullición. Las proporciones para hacerlo son iguales que las que se utilizan con el método del microondas, pero se deben hervir durante una hora con el fuego al máximo. Luego, al retirar la olla de los fogones, los garbanzos seguirán ablandándose más con el calor residual. Existe también la posibilidad de hacerlo con bicarbonato de sodio: esta sustancia acelera el proceso de ablandamiento de estas legumbres porque contrarresta la acción de los minerales “duros” del agua. Solo debes remojar el alimento pero agregar un gramo de este polvo por cada litro de líquido, incluso puedes añadirlo en la misma cocción.