La salsa de tomates es una de las más populares a lo largo y ancho de todo el planeta. Este alimento que se realiza con la pulpa de estos frutos como ingrediente principal y tiene sus variantes según las regiones, en cuanto a las especias y demás condimentos que se le quieran agregar.
Te podría interesar
El grado de acidez, dulzor o la cantidad de sal que se perciba en la salsa de tomate, dependerá del país en el que se prepare y para qué se utilice. Ya que no es lo mismo incorporar este alimento en platos de pastas, pizzas o guisados.
Para hacer la salsa de tomate es recomendable pasar los frutos por el proceso de escalfado en un principio. Esto es colocarlos en agua hirviendo para que logren ablandarse, pero sacarlos a los pocos minutos para dejarlos atemperar y poder retirarles la piel.
La forma correcta de cocer el tomate para hacer una de las salsas más utilizadas en las cocinas tradicionales de muchos países del mundo, es hacerlo junto con el sofrito de cebolla y ajo. Según la receta de Karlos Arguiñano, el chef sofríe primero los alimentos mencionados y luego añade los tomates, con azúcar y sal. La cocción debe ser a fuego muy bajo y durará unos 20 minutos.
Pero también hay cocineros que prefieren dejar unos 40 minutos cocinando los alimentos en el mismo fuego lento, para conseguir una salsa de tomate con textura bien espesa. También hay quienes eligen cocer los frutos con orégano, albahaca o zanahoria. Lo cierto es que la ventaja de esta preparación tan consumida en el mundo, es que se puede congelar par preservar todos sus sabores y utilizarlos en una inmensidad de platos.