La habilitación para manipular alimentos y el respeto por las normas sanitarias en la cocina es obligación para el sector de la hostelería, ya que de lo contrario se pone en juego la vida de las personas que acuden para disfrutar del servicio. No fue el caso de un piso-cocina ilegal que se detectó en Barcelona, según el medio Metropoli.
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El pasado 16 de mayo la Guardia Urbana de Barcelona hizo una revisión que terminó con la confirmación de una cocina ilegal. Todo comenzó con quejas y reclamos que hizo un grupo de vecinos a la policía, ya que sentían muy mal olor en el ambiente. La autoridad competente procedió a labrar un acta de inspección para dirigirse al lugar denunciado posteriormente.
La Guardia Urbana de Barcelona ha difundido una imagen del sitio en el que funcionaba la cocina ilegal. El piso está ubicado en la calle de Cartellà del barrio de Vilapicina i la Torre Llobeta y lo que halló la autoridad confirmó las denuncias de los vecinos por mal olor en el ambiente: el espacio expendía comida en mal estado.
El hallazgo de la Guardia Urbana en la cocina contempló alimentos que estaban almacenados para ser utilizados en la elaboración de comidas y que no cumplían con las normas vigentes en materia sanitaria. La cantidad hallada por los agentes asciende a 200 kilos y presenta "dudosa procedencia y conservación", según la institución.
En medio de la inspección de la cocina ilegal por parte de las autoridades, se resolvió visitar el bar donde los responsables del sitio vendían la comida en mal estado. Una vez presentes en el local ubicado en la calle de Felip II, los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona comprobaron que los dueños no poseían seguro de responsabilidad civil; que nunca acreditaron la habilitación para manipular alimentos; y que el espacio tenía muchas mesas en la terraza, más de las permitidas.