Las tablas facilitan la tarea de picar alimentos, dejarlos reposar o servirlos en la mesa. Y si bien las hay de distintos materiales ideales para su función, requieren ciertos cuidados para garantizar su limpieza y su durabilidad. Existen varias técnicas que se pueden implementar para que las tablas duren mucho tiempo.
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Los materiales de los que están hechas las tablas de picar suelen ser: cerámica, plástico o madera (bambú, roble, pino o encina, entre otros). En cuanto a las últimas, suelen ser las preferidas por su robustez y peso, y además tienen menos efecto desgastante en las cuchillas cortadoras de alimentos.
La técnica perfecta para limpiar una tabla de picar de madera es lavarla a mano con detergente y agua bien caliente. En el caso de que el objeto tenga algunas grietas, lo ideal es pasar un cepillo por la zona para garantizar la limpieza total y eliminar bacterias. Al finalizar el lavado siempre debe secarse. Es recomendable que una vez al mes se frote sal gruesa y medio limón por la superficie de la tabla para eliminar restos de comida o bacterias que puedan haber quedado de limpiezas anteriores.
Por otra parte, las tablas de picar de cerámica son utilizadas con fines más decorativos que de corte, pero en caso de tener una de uso diario hay que tener en cuenta que su superficie suele desgastar más rápido los cuchillos. La técnica perfecta para limpiar este tipo de objetos es similar a las tablas de plástico.
En el caso de tener una tabla de plástico para picar, su técnica de limpieza es hacerlo con detergente y un estropajo. Como este tipo de objetos tienen surcos y asas para que el líquido de los alimentos no se deposite en el centro, es recomendable ser minucioso a la hora de limpiar cada parte de la tabla, para evitar la acumulación de bacterias y gérmenes. Secar y guardar en un lugar con ventilación será lo ideal para este material.