No caben dudas de que el sector de la restauración ha sido uno de los más golpeados desde hace dos años, con el inicio de la pandemia por covid-19. Las restricciones impuestas a la población y el confinamiento para contener los contagios, hicieron que los restaurantes sufrieran pérdidas importantes, desempleo y hasta cierres de actividad.
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En la actualidad, la situación es complicada todavía por la subida de precios que se ha experimentado en las energías y materias primas necesarias para la actividad de los restaurantes. Los datos arrojados por The Fork para el sector de la hostelería hablan por sí solos.
La información arrojada por The Fork menciona que el 70% de los consumidores y usuarios de restaurantes tenderá a buscar precios más bajos. El 90% de los clientes ha notado el impacto de la inflación en las economías de los hogares, a través de las facturas de los últimos meses.
Esto no significa que los restaurantes tendrán una baja de concurrencia o que los clientes dejarán rotundamente de asistir a los sitios gastronómicos. Pero algunos datos provenientes de The Fork mostraron que el 75% de entrevistados señaló que disfrutará de alguna comida en bares o restaurantes pero siempre buscando precios acordes al bolsillo, muy ajustado por la inflación generalizada.
La respuesta de los restaurantes frente a este contexto de inflación por la subida de precios será planificar y modificar la oferta en el servicio. Son más de 80 mil sitios que incluye la red de The Fork, por lo tanto la empresa ha tenido acceso a sus opiniones y estrategias a futuro. Para continuar con la actividad, el 42% de los sitios gastronómicos ajustará precios según lo que puedan ofrecer para no generar insatisfacción y pérdida de clientes, y tampoco dejar de generar rentabilidad.