A dos años del comienzo de una pandemia que azotó al mundo entero, con millones de personas fallecidas por covid-19, quiebre de empresas, desempleo, profesionales de la salud extremadamente agotados y familias destrozadas por la pérdida de sus integrantes, las medidas con respecto al uso obligatorio de mascarillas comienzan a aparecer, con algunos puntos que pueden generar polémica, pero también concediendo la libertad a los empleadores y dueños de establecimientos de tomar decisiones en función del riesgo de contagio en su actividad.
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El Boletín Oficial del Estado ha comunicado que el uso de mascarillas ahora estará estipulado para algunos sitios y para otros no será obligatorio. La medida apunta principalmente a los espacios públicos, donde se podrá estar sin tapabocas u otro tipo de mascarilla y se deja a criterio personal portar esta barrera de protección.
La importante decisión afecta a bares y restaurantes, ya que en esos sitios, al igual que en cafeterías, hoteles, andenes, aeropuertos, estaciones, dársenas, supermercados, plazas de toros, campos de fútbol, teatros, cines y cualquier otro espacio cultural, desde hoy no es obligatorio portar mascarillas.
Independientemente del tipo de consumo en un bar o restaurante, cada persona podrá optar por elegir el uso de la mascarilla en esos espacios. Pero sí se mantiene el carácter obligatorio de la misma para personas mayores de seis años que se encuentren en el transporte público de viajeros, centros sanitarios y sociosanitarios.
Por su parte, desde el ámbito laboral, las empresas tendrán el derecho de decidir si el personal llevará mascarilla permanentemente o solo en algunas ocasiones y protocolos específicos. Seguramente, dada esta posibilidad, muchos establecimientos optarán por dejar de usar los tapabocas definitivamente, en función de la actividad.