Los Kebab han sido uno de los pocos platos que han llegado a España desde Turquía, y lo cierto es que a nivel nutritivo, no es que haya sido el mejor de los platos que podría haber llegado. Después de este artículo, una de dos, o empiezas a odiar el Kebap, o lo amas de por vida.
¿Qué es lo que lleva el Kebab?
El troncho de carne que vemos en los Kebabs está compuesto por una cantidad de carnes totalmente diferentes. Pese a la mala fama que hay, lo que se sabe es que los Kebaps llevan carne de pollo, pavo, ternera o cordero como base, eso sí, en Turquía, que no en España, se han llegado a encontrar restos de carne de caballo y hasta de rata, pero en defensa de España, los estándares de calidad de Turquía no son los mismos.
¿Por qué el Kebab no es una opción saludable?
Sea como sea, desde la OCU, no consideran buena la carne de Kebab, si acaso pasable, y esto es porque este platillo contiene un 30 por ciento de grasas, y esto, sumado al alto contenido en sal, grasas saturadas, azúcares en enormes cantidades, aditivos y almidones que deberíamos de apartar a más de diez kilómetros de nosotros, le hacen uno de los peores alimentos que se pueden comer a día de hoy.
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Lo peor de todo es que ves la carne de Kebap que comen en Turquía, y te das cuenta de que aquí lo que comemos es un sucedáneo, algo similar a lo que es comer salchicha Frankfurt, que tiene menos carne de calidad que una salchica fresca. De todos modos, es lo que denuncia la OCU en España, que los Kebabs que se hacen se alejan mucho de la gastronomía turca, si llegasen esos Kebabs, posiblemente estaríamos hablando de otra historia.
En resumen, pese a que cuando lo comes te eleva al séptimo cielo, lo cierto es que los Kebabs no son nada saludables por los motivos revelados anteriormente, así que, si lo que buscas es mejorar tu salud nutricional, este platillo no es una opción real para llevar una dieta saludable.