Bajar de peso es una dolor de cabeza, a veces parece que no importa lo que hagamos nunca lo conseguiremos, es entonces cuando dejar de comer por completo empieza a parecer una idea atractiva, pero temo decirte que no lo es. Esta es la razón por la que no debes dejar de comer cuando quieres bajar de peso.
¿Por qué no debes dejar de comer para adelgazar?
Sabemos que adoptar una dieta y empezar a hacer ejercicio es complicado; necesita de mucha disciplina y fuerza de voluntad. Por eso dejar de comer puede parecer la solución más fácil y efectiva, y aunque ciertamente bajarás de peso rápidamente, en realidad tendrá más consecuencias negativas en tu cuerpo que positivas.
El truco para bajar de peso es quemar más calorías de las que consumes, así evitas que se acumulen a la vez que el cuerpo aprovecha las grasas acumuladas para obtener la energía faltante. Normalmente es un proceso lento, a menos que las calorías que consumes sean exactamente cero, pues hasta las actividades más básicas como caminar e incluso respirar, estarán quemando más calorías de las que has consumido, pero todo deja de ser maravilloso cuando comienzas a sentirte mal, pierdes las fuerzas, tienes sueño todo el día, o comienzas a sentirte triste sin razón, y es que dejar de comer tiene severas consecuencias para el cuerpo.
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¿Por qué comemos?
Aunque parece una pregunta tonta, vale la pena reflexionar por qué comemos. Y es que los alimentos no solo aportan calorías, de donde se obtiene la energía para funcionar, sino que también aportan una infinidad de nutrientes esenciales para el cuerpo, como proteínas, vitaminas, minerales, ácidos grasos, etc.
Esto quiere decir que alimentarse no es solo para dar energía al cuerpo, pues no somos simples baterías recargables. Nuestro organismo es muy complejo y requiere de muchos nutrientes para funcionar adecuadamente, por lo que dejar de comer puede llevarnos a sufrir terribles deficiencias y enfermedades. Descubre qué pasa si dejas de comer verduras.
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¿Qué pasa cuando dejas de comer?
Imagina que el cuerpo es como un automóvil, si no le cargas gasolina puede que corra unos cuantos kilómetros con la reserva, pero tarde o temprano dejará de funcionar. Más o menos eso mismo sucede con los humanos, digamos que los alimentos son la gasolina, y las grasas acumuladas son la reserva, pero también los son las proteínas en los músculos. Además, aunque las grasas son una buena reserva de energía, no son tan fácilmente aprovechables, pues primero deben pasar por un proceso de transformación para convertirse en azúcares simples.
Sensación de hambre
Las primeras 6 horas después de comer no hay ningún problema, incluso si llevas una vida activa y con ejercicio. Durante este tiempo, el cuerpo convierte los nutrientes en glucógeno como combustible. Cuando este stock se agota, se sienten los primeros signos de hambre.
Cambios de humor y cansancio
Entre 6 y 72 horas sin comer, el cuerpo utilizará sus reservas de grasa, que luego se descomponen en cuerpos cetónicos que el cerebro puede usar. Esto puede causar cambios de humor y disminución de la función cognitiva. Pasado este tiempo, la energía y el estado de ánimo se estancan. La energía que el cuerpo obtiene de las grasas y proteínas ya no es suficiente para mantener el cuerpo funcional, te sentirás cansado constantemente y notarás una disminución en tu fuerza.
Problemas de salud
Después de una o dos semanas de ayuno, el sistema inmunológico se descompone debido a la falta de vitaminas y minerales. El cuerpo intenta extraer energía de donde puede, debilitando muchos órganos vitales. No solo habrás perdido fuerzas y energía, sino que te costará mucho más trabajo concentrarte incluso en tareas simples. Poco a poco empezarán a fallar los órganos, ocasionando graves problemas a tu salud.
La falta de alimentos puede causar la muerte después de aproximadamente tres semanas, dependiendo de la cantidad de agua que se absorba y de las reservas que tenga el cuerpo, pero el resultado siempre será el mismo, así que, si quieres poder disfrutar de una vida larga y saludable, olvida la idea de dejar de comer y mejor opta por iniciar una rutina de ejercicios y una dieta para quemar grasa recomendada por un nutriólogo o profesional de la salud para que esto afecte tu salud.