La dieta macrobiótica ha ido ganando adeptos con el paso del tiempo, especialmente debido a la popularidad que a este tipo de alimentación dieron personalidades como Madonna años atrás. Sin embargo, no existe evidencia científica que tenga efectos positivos para la salud. De hecho suele estar asociada a diversos problemas en el funcionamiento del organismo.
Te podría interesar
La búsqueda del equilibrio entre el ying y el yang es la base filosófica de la alimentación basada en la dieta macrobiótica, que nace a mitad del siglo pasado por el filósofo japonés Geroge Osawa y pretende alcanzar el objetivo de una vida saludable, longeva y plena. No obstante, se han detectado diferentes problemas para la salud relacionados con este tipo de planes alimenticios, también llamadas dietas milagro.
Para seguir la dieta macrobiótica se debe pasar por 10 niveles en los que se van limitando diferentes alimentos hasta que solo se consumen cereales -arroz, cebada, maíz y trigo- y, en menor medida frutas y vegetales. Este tipo de alimentos se pueden hervir o bien cocinar como sopas guisados. El aporte proteico se permite una o dos veces a la semana a través de pescados, pollo sin piel y carne magra sin nada de grasa. Además se limita la ingesta diaria de agua.
La limitación de determinados alimentos en la dieta macrobiótica, como se puede presuponer, supone diferentes problemas para la salud, entre los que se encuentran la deshidratación, la falta vitamínica o de proteínas, que puede causar anemia. El total rechazo a el uso de conservantes que establece esta dieta puede generar determinadas infecciones alimentarias.
Antes de considerar seguir una alimentación tan limitada como la dieta macrobiótica resulta imprescindible consultar con un especialista en nutrición así como realizar periódicamente analíticas de sangre para comprobar el impacto que este régimen tiene en la salud y tener en cuenta los problemas comentados que conlleva.