La fibra biológica es considerada como proteína fibrosa, que son proteínas donde la longitud predomina sobre las otras dimensiones gracias al predominio de un tipo de estructura proteica secundaria. La fibra cumple un rol fundamental en nuestras vidas y no consumirlas adecuadamente puede traer graves problemas de salud, que los contaremos en el siguiente artículo.
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La fibra ejerce una acción prebiótica y beneficia, por otra parte, a nuestro microbiota intestinal. La fibra vegetal, que se encuentra generalmente en las frutas, verduras y granos, es una parte importante de la dieta saludable. Una de las funciones que cumple es que le agrega volumen a la dieta y hace que la persona se sienta llena todo el tiempo y ayuda además a controlar el peso. El consumo de fibra evita el estreñimiento, la diabetes, enfermedades cardiovasculares y hasta cáncer.
Las fibras se clasifican en solubles e insolubles. La fibra soluble tiene la función de atraer el agua y durante la digestión la convierte en gel haciendo que este proceso sea más lento. Las fibras solubles son la cebada, las nueces, los frijoles, las lentejas, arvejas y alguna fruta o verdura. En tanto, las fibras insolubles son el trigo, verduras y granos integrales. Cumple la función de acelerar el paso de los alimentos a través del estómago.
La mayor parte de fibras se encuentran en alimentos de origen vegetal y sin procesar: brócolis, calabaza, tomate, alcachofa, espinacas. También las frutas enteras, legumbres, granos integrales, frutos secos naturales y semillas oleaginosas. Estas fibras se fermentan gracias a las bacterias intestinales y entre los productos de dicha fermentación se encuentran los ácidos grasos. Además, la fibra ayuda a eliminar los posibles carcinógenos presentes en el intestino.
Sin embargo, no consumir fibra suficiente puede derivar en un empeoramiento de nuestro estado de salud. Los expertos afirman que no sólo no tendremos la protección que nuestro organismo requiere, sino que, estaremos expuestos a enfermedades como diabetes, estreñimiento, cáncer y la obesidad. Para evitar estas patologías, lo aconsejable es poner en marcha la dieta mediterránea.