La princesa Leonor cambió su vida con la idea de contar con una capacitación mucho más específica ya que es la primera en la line de sucesión. Desde el mes pasado, la hija del rey Felipe hizo las maletas y se mudó a Gales, donde ha empezado sus estudios de bachillerato en el UWC Atlantic College, un internado en el que pasará los próximos dos cursos.
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Uno de los puntos que deberá tener en cuenta este nuevo colegio, es la alimentación de la princesa. Es que dieta saludable que impone la reina Letizia, lo tendrá que acatar y parecer que la institución cumple con todos esos requisitos. Aunque la información que recibimos sobre la vida en el Atlantic College es escasa, hay algunos datos que sí vamos conociendo.
Por lo que trascendió, la princesa Leonor va integrándose en su nuevo centro y adaptándose a las normas que allí se aplican, por ejemplo, a la hora de comer. Los horarios de las comidas son estrictos y se adaptan a los de las clases, para que los alumnos puedan compaginarlos sin tener que ir corriendo de un lugar a otro, por eso los fines de semana son un poco diferentes.
La hija de doña Letizia, tendrá que desayunar a las 7:15 y las 7:50 de la mañana y hay una pausa para el 'café' sobre las 10:25. La comida está disponible entre las 12:00 y las 13:45, y la cena entre las 17:30 y hasta las 19:00. Si bien estos horarios no se ajustan demasiado a las costumbres españolas, al fin y al cabo el colegio está en Gales.
En cuanto a la dieta que seguirá la princesa Leonor, será una alimentación muy saludable y equilibrada. La Princesa de Asturias solo tenía una vez al mes huevos con patatas, y dos veces al mes comía pasta. Las carnes rojas quedaban relegadas a tres veces al mes. Además las verduras y legumbres del menú son ecológicas y se aconsejó a los padres que evitaran la bollería como snack de media mañana.
La gran influencia de la reina en la dieta
Doña Letizia se mostró muy interesada en que sus hijas llevaran una alimentación lo más parecida a la que llevarían en casa, algo que al parecer provocó cierto malestar entre los padres de otros alumnos porque encareció el precio del comedor, aunque todos reconocieron que el menú era más saludable.
La princesa Leonor y los demás alumnos pueden comer al aire libre, siempre que el tiempo lo permita y no llueva, lo que sería desagradable, porque además el centro les ofrece la posibilidad de tenerles la comida preparada para llevar, una suerte de pícnic que les ayuda a no saltarse ninguna comida si, por lo que sea, los horarios no les vienen bien o no se encuentran disponibles en ese momento.