RECETAS CLÁSICAS

Menú semanal: Así se hace el más jugoso cochinillo al horno

Esta semana toca cochinillo al horno, así que aquí viene una receta para prepararlo de la mejor forma y con diferentes opciones de guarnición.

Aprende a hacer este rico cochinillo al horno.Créditos: Pixabay/Gastrolab.
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El cochinillo al horno es un plato tradicional que, con los trucos adecuados, se convierte en el protagonista de cualquier comida especial. La clave está en conseguir una piel dorada y crujiente, mientras que la carne se mantiene tierna y jugosa. Aunque pueda parecer complicado, la verdad es que, siguiendo unos sencillos pasos, lograrás un cochinillo perfecto que dejará a todos con ganas de más.

Y luego está el asunto de la guarnición, ¿Patatas? ¿Verduras? Bueno, al final del artículo te comparto las 3 mejores guarniciones de esta receta.

Así se prepara este cochinillo al horno

Ingredientes principales

  • 1 cochinillo (de 4 a 5 kg, idealmente de 21 días).
  • Manteca de cerdo.
  • Sal gorda.
  • Agua.

Trucos para un resultado perfecto

  1. Elige un cochinillo de unos 21 días y que no supere los 5 kg. Esto asegura que la carne sea suave y tierna. Un cochinillo más grande podría resultar en una carne más dura y menos jugosa.
  2. Antes de hornear, asegúrate de secar bien el cochinillo con papel de cocina. Este paso es fundamental para que la piel quede bien crujiente al final de la cocción. Si la piel está húmeda, podría no dorarse adecuadamente.
  3. La cocción lenta a baja temperatura es esencial para que el cochinillo se cocine de manera uniforme. Comienza horneando a 160°C durante las primeras dos horas, permitiendo que la carne se cocine lentamente sin perder sus jugos. Después, sube la temperatura a 200°C para dorar la piel. Este cambio de temperatura es lo que asegura la textura crujiente tan característica del cochinillo al horno.
  4. Unta el cochinillo generosamente con manteca de cerdo antes de hornearlo. La manteca no solo ayuda a que la piel se dore y quede crujiente, sino que también aporta un sabor rico y profundo a la carne.
  5. Coloca agua en la bandeja del horno para generar vapor durante la cocción. Este truco ayuda a mantener la carne jugosa y evita que se reseque. Además, el vapor contribuye a que la piel no se queme y que la carne quede perfectamente cocida.
  6. Una vez que el cochinillo está listo, es importante dejarlo reposar durante unos 10 minutos fuera del horno antes de cortarlo. Este reposo permite que los jugos se redistribuyan dentro de la carne, haciendo que cada bocado sea aún más jugoso y sabroso.

Cómo prepararlo al horno

  1. Precalienta el horno a 160°C. Mientras tanto, seca bien el cochinillo por dentro y por fuera con papel de cocina. Luego, úntalo generosamente con manteca de cerdo, asegurándote de cubrir toda la piel. Espolvorea sal gorda sobre la superficie del cochinillo, lo que ayudará a potenciar los sabores durante la cocción.
  2. Coloca el cochinillo sobre una rejilla en la bandeja del horno, con la piel hacia abajo. Añade agua a la bandeja para generar vapor y evitar que la carne se reseque. Cocina el cochinillo a 160°C durante 2 horas. Durante este tiempo, la carne se cocinará lentamente, lo que garantiza que quede tierna y jugosa. Si el cochinillo es más pequeño, puede reducirse ligeramente el tiempo de cocción.
  3. Tras las primeras dos horas de cocción lenta, da la vuelta al cochinillo para que la piel quede hacia arriba. Sube la temperatura del horno a 200°C y hornea durante unos 45 minutos más, o hasta que la piel esté dorada y crujiente. Es importante vigilar esta etapa para asegurarse de que la piel no se queme. El resultado debe ser una piel crujiente y una carne que se deshace en la boca.
  4. Una vez que el cochinillo ha alcanzado el dorado perfecto, retíralo del horno y déjalo reposar durante unos 10 minutos. Este paso es esencial para que los jugos se redistribuyan en la carne, haciendo que cada bocado sea jugoso y sabroso. Luego, corta el cochinillo en porciones y sírvelo caliente.

3 guarniciones perfectas para acompañar el cochinillo

Acompañar el cochinillo al horno con las guarniciones adecuadas puede elevar aún más la experiencia culinaria. Aquí te sugiero tres opciones que complementarán de manera perfecta los sabores intensos y la textura crujiente del cochinillo.

Patatas panaderas

Las patatas panaderas son un clásico que nunca falla. Su preparación es sencilla, pero el resultado es espectacular. Cortadas en finas rodajas y horneadas lentamente junto al cochinillo, las patatas absorben todos los jugos y sabores, convirtiéndose en el acompañamiento perfecto. Además, su textura suave y su sabor delicado equilibran la riqueza del cochinillo, ofreciendo un contraste que encantará a todos los comensales.

Ensalada de escarola con granada

Para aportar frescura al plato, nada mejor que una ensalada de escarola con granada. La escarola, con su ligero toque amargo, equilibra la untuosidad del cochinillo, mientras que la granada añade un toque dulce y ácido, además de un color vibrante al plato. Esta guarnición no solo es deliciosa, sino que también ayuda a limpiar el paladar entre bocado y bocado, haciendo que cada porción de cochinillo se disfrute aún más.

Puré de manzana

El puré de manzana es una guarnición clásica que complementa a la perfección el cochinillo al horno. Su dulzura natural y su suavidad crean un contraste delicioso con la piel crujiente y la carne sabrosa del cochinillo. Además, la acidez de la manzana ayuda a contrarrestar la riqueza del plato, haciendo que el cochinillo se sienta más ligero y fácil de disfrutar.