Los huevos encapotados son un clásico de la cocina española que combina sencillez con un toque de sofisticación. Este plato consiste en huevos cocidos cubiertos con una suave bechamel, rebozados y luego fritos hasta alcanzar un dorado crujiente. Son perfectos como entrante o incluso como plato principal, acompañados de una ensalada fresca.
Si quieres aprender esta receta con huevos estás de suerte, porque aquí te la explico de forma sencilla, y además vamos a dar un paseo por la historia de España, ya que esta receta tiene mucho detrás de sí misma.
Así se preparan los huevos encapotados
Ingredientes
- 4 huevos.
- 50 g de mantequilla.
- 50 g de harina.
- 500 ml de leche.
- Sal y pimienta al gusto.
- Harina, huevo batido y pan rallado para rebozar.
- Aceite para freír.
Preparación paso a paso
- Pon a cocer los huevos en agua durante 10-12 minutos. Luego, pásalos por agua fría para detener la cocción y pélalos con cuidado.
- Derrite la mantequilla en una sartén y añade la harina, cocinándola hasta que adquiera un color ligeramente dorado. Incorpora la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar grumos. Cocina a fuego medio hasta obtener una bechamel espesa y suave. Sazona con sal y pimienta al gusto.
- Cubre cada huevo cocido con una capa generosa de bechamel. Colócalos en una bandeja y deja que la bechamel se enfríe y endurezca un poco, lo que facilitará el rebozado.
- Pasa los huevos cubiertos de bechamel primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado. Asegúrate de que queden bien cubiertos para que el rebozado sea uniforme. Fríelos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes. Sácalos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Los huevos encapotados se pueden servir solos o acompañados de una salsa ligera, como una mayonesa casera o una salsa de tomate suave. Son perfectos para cualquier ocasión y seguro que impresionarán a tus comensales.
El origen de los huevos encapotados
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Los huevos encapotados tienen sus raíces en la cocina española tradicional, especialmente en la gastronomía de Castilla y León. Aunque su origen exacto es incierto, este plato se popularizó en el siglo XIX como una forma elegante de presentar los humildes huevos cocidos.
El término "encapotados" hace referencia a la técnica de envolver los huevos en una capa protectora, inicialmente bechamel, que después se reboza y se fríe. Esta receta era especialmente apreciada en celebraciones y comidas festivas, y ha perdurado en el tiempo como un clásico en los hogares españoles.