El Padrino es uno de los clásicos del cine, es ese tipo de películas que por lo menos debes ver una vez en tu vida. Una historia que fue creada por el autor italiano Mario Puzo, un libro que desde su publicación en 1969 tuvo una gran aceptación por parte de los lectores, llevándola a la pantalla grande. En una escena podemos observar que Michael Corleone (Al Pacino) está viendo la preparación de unas albóndigas en salsa, para que puedas revivir esa escena, aquí te explicamos la receta legendaria.
Receta de albóndigas
Ingredientes:
Para las albóndigas:
- 400 gramos de carne molida de res
- 1 o 2 huevos
- Paquete de pan rallado
- Sal
- Pimienta
- Cebolla en polvo
Salsa de tomate:
- Aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- 4 tomates picados
- 1 cucharada de azúcar
- 1/4 taza de vino tinto
- Sal
- Pimienta
- Cebolla en polvo
Procedimiento:
- Condimentamos nuestra carne molida. En otro tazón bate los huevos con sal y pimienta, una vez batido, lo mezclamos con la carne. Incorporamos el pan molido poco a poco hasta poder formar nuestras albóndigas. En un sartén con aceite caliente doramos y reservamos
- En la misma sartén, de ser necesario agrega más aceite y dora el ajo. Agrega el tomate, cuando adquiera una consistencia suave, machacadlos para tener un puré. Dejamos que hierva, añadimos nuestras albóndigas, el vino tinto, azúcar y salpimentamos, cocinamos por 5 minutos más.
- Aquí es importante que pruebes tu salsa de tomate, para verificar que tenga un buen sabor.
¿Qué tan real es El Padrino?
Aunque Vito Corleone solamente sea un personaje ficticio, pero en Nueva York existió un mafioso de Sicilia que dominó uno de los barrios italianos, fue Giuseppe Morello mejor conocido como Peter Morello o Mano de Garra debido a que una de sus manos solamente tenía un dedo, desde Italia ya era reconocido por ser un ladrón, en 1892 llega a Estados Unidos, lugar donde continuaría su carrera delictiva y tendría una familia, no fue hasta 1903 que reinó el barrio de Little Italy, siendo el más mafioso más temido del país, así lo menciona La Vanguardia.
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