El mundo de los mariscos es muy amplio por lo que puedes encontrar una gran cantidad de texturas y sabores, sin embargo, uno de los productos del mar que suele llamar más la atención son los mejillones, pues al igual que las ostras se encuentran dentro de un caparazón y es importante que al momento de preparar recetas con mejillones estos quedan limpios a la perfección.
Los mejillones al igual que algunas ostras y almejas son alimentos del mar que se encuentran dentro de una concha por lo que el momento de querer utilizarlos dentro de la cocina es de suma importancia que se limpien de manera previa para retirar cualquier impureza que haya podido quedar mientras se encontraba los mejillones en el mar así que si quieres limpiar a fondo este alimento te dejamos algunos consejos para hacerlo de manera sencilla.
Usar mejillones frescos
Utilizar mariscos frescos dentro de tu receta tal como los mejillones no solo logrará que tus platillos tengan un sabor increíble sino que en el caso de los mejillones, aquellos que se encuentren frescos serán más fáciles de limpiar, ya que en ocasiones las conchas se encuentran un poco abiertas lo cual puede ser más fácil el trabajo de limpieza, pero recuerda que aquellos mejillones que tengan la concha dañada es mejor descartarlos.
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Agua y tijeras, tus mejores aliados
Una vez que hayas elegido los mejillones que serán perfectos para preparar tus recetas es momento de limpiarlos perfectamente y para eso vas a necesitar cosas básicas que ya se encuentran en tu cocina como algunas tijeras con buen filo y agua natural, debes colocar todos tus mejillones frescos en un recipiente con agua natural mientras mueves de forma delicada para asegurarte que hay agua en todos los rincones.
Después de que hayan reposado por un par de minutos puedes usar una esponja tal como la que usas para lavar los platos y restregar suavemente la superficie de las conchas para retirar los residuos orgánicos y con ayuda de las tijeras corta las características barbas, pues es mejor hacerlo así para evitar desgarrar la carne del interior de los mejillones.
Una vez que hayas terminado con esto solo tienes que enjuagar con agua limpia para dejar tus mejillones impecables y así poder preparar la receta con mariscos que más te guste, además tendrás la certeza de que tu platillo estará fresco y limpio.