La cocina coreana tiene una joya oculta en Manhattan, NY: Atomix. Ahí se puede degustar un menú de 16 platos, que son una muestra de la cocina coreana contemporánea, que se ha resistido a la tendencia tan marcada de la fusión.
El chef coreano Junghyun Park defendió el equilibrio entre la tradición y la innovación en una intervención en el Congreso de Madrid Fusión en Madrid.
El umami es un sabor muy potente con una fermentación de 5 años y cuyo vocablo significa sabroso. Es uno de los ingredientes básicos derivados de la soja, que dotan a la cocina coreana de un toque exquisito. De la soja se elaboran deliciosas salsas que se sirven en el restaurante Atomix en todos sus guisos. La singularidad es que la profundidad del sabor no tiene adherentes químicos. Es consecuencia de largas fermentaciones que constituyen una tradición en la cocina coreana.
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Para el chef Junghyun Park los europeos tienen un conocimiento superficial de la verdadera cocina coreana, que han visto en films o documentales. En NY gracias a Atomix que se abrió hace 5 años, en Estados Unidos se ha abierto la puerta a una cocina oriental, en este caso específico, la coreana, que con la globalización promete extenderse al viejo continente y convivir con otras gastronomías exóticas.