Uno de los mayores miedos al comer pescado es encontrarse una espina o una escama y lo pero, ¡que se quede atorada en la garganta! No hay sensación más aterradora que sentir el afilado huesecillo bajando lentamente por nuestro esófago, eso no es tan malo, porque finalmente terminaremos por digerirla. Aunque también cabe la posibilidad de que se niegue a bajar, es en ese momento cuando debemos aplicar un protocolo muy preciso presentado por el portal Enséñame de Ciencia, para causar el menor trauma posible ¿Queréis saber de qué se trata? Seguid leyendo.
¿Qué pasa si se te atora una espina de pescado en la garganta?
Contrario a lo que se puede pensar, ingerir espinas de pescado es más común de lo que se piensa. Sin embargo, no todos saben actuar de manera adecuada. Nuestro primer impulso es correr como locos o aplicar de forma incorrecta la maniobra de Heimlich. Esto es lo que se debe hacer:
- Lo primero que tendréis que hacer es verificar si la espina está al alcance, si es así, con ayuda de otra persona extraed la espina.
- Si la espina se alojó en lo profundo de la garganta y queda lejos del alcance de otra persona para ser retirada, podéis ingerir alimentos blandos como arroz, papa, y plátano. Esto generará que la espina quede atrapada entre la consistencia glutinosa que tienen estos productos. Después habrá que beber una gran cantidad de agua, esto hará que descienda al estómago, donde el ácido gástrico debilitará su estructura y después podrá ser eliminada del cuerpo de forma natural.
- Si durante las siguientes horas la molestia persiste, lo mejor será acudir con un profesional de la salud.
Consecuencias de ingerir una espina de pescado
Yo sé lo que estáis pensando: ¿Y si la espina se queda ahí para siempre? ¿Y si me perfora el intestino? Tranquilos, chavales, no todo tiene que acabar en tragedia. El Centro Laparoscópico del Dr. Ballesta, nos dice que la espina de pescado pasará por el esófago, estómago, intestino y finalmente por el colon. Pero durante su trayecto puede impactarse, clavarse, en alguno de estos lugares, produciendo síntomas específicos, desde bloqueo de los alimentos y salivación, hasta dolor abdominal, vómitos y peritonitis, cuando se perfora el intestino. Cuando esto ocurre debemos acudir inmediatamente al médico o servicio de urgencias. Esto no sucede siempre, así que no seáis tan drásticos y no eliminéis al pescado de vuestra dieta, recordad que es uno de los mejores alimentos para el cerebro debido a su alto contenido en Omega-3.