La papaya en sí es un fruto tropical que tiene múltiples beneficios para la salud y usos diversos en la cocina, pero poco se habla de la cáscara de papaya. Esta parte del fruto tiene también muchas utilidades que van más allá de recetas o trucos caseros para la piel. Pero hoy vamos a hablar de otras funcionalidades de la cáscara de la papaya a nivel urbano, para usarlo de fertilizante para los huertos caseros y plantas de interior.
Beneficios de la cáscara de papaya
Como ocurre con el interior de la papaya, la cáscara de este fruto contiene la enzima papaína, que proviene del látex lechoso de la fruta; así como una buena cantidad de potasio y calcio, componentes por los cuales es bueno para hacer abonos caseros para los huertos.
¿Cómo hacer abono casero con las cáscaras de papaya?
Las cáscaras de papaya se suelen utilizar habitualmente junto con las cáscaras de plátano, aguacate, cáscaras de huevo y otros muchos ingredientes habituales en la cocina, salvo los cítricos, para elaborar muchos fertilizantes, abonos y compost casero.
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Para preparar el abono casero primero, hay que cortar en trozos muy pequeños la cáscara de papaya y otros restos de vegetales desechados. Hay que mezclarlos bien con tierra y hojas secas que se tengan el jardín. Y meter toda la mezcla en un bote oscuro con tapa, en un lugar fresco de la casa o el jardín, bien lejos del sol.
Pasadas un par de semanas, este abono casero estará listo para ser añadido al sustrato del huerto y cultivos que se tengan en casa. Lo que no se use, se puede volver a guardar para otro momento, aunque lo ideal es volver a llenar el tarro con el fertilizante casero de la papaya y así tenerlo siempre listo.
El hecho de usar la tierra y las hojas que se tienen en el propio jardín, es para que cuando se use el abono en el huerto casero, se agarre más y sea más fácil la transición a la hora de seguir plantando.