Para contar con una casa limpia y sin olores acumulados, un lugar que no puedes dejar de limpiar es la campana de la cocina. Es que aunque no cocines directamente en ella, también puede acumular grasa, a la que, además, se le puede pegar el polvo, si es que no la sacudes regularmente. En este caso, el aseo deberías realizarlo cada vez que limpies la cocina, para no dejar pasar más tiempo, y puedes utilizar algunos trucos para quitarle hasta las manchas más difíciles.
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Otro lugar que no se debe dejar de limpiar es donde están los basureros. Gracias a estos contenedores podemos tener la basura almacenada en un sitio específico, para evitar enfermedades, malos olores o que lleguen plagas a la casa. Pero por estar en constante contacto con cosas sucias o en descomposición, también debes limpiarlos regularmente, y no esperar a la próxima vez que se caiga la basura de la bolsa al contenedor.
Otro lugar de la casa que nuca limpiamos y es fundamental, es el colchón. En el caso de la habitación, son las sábanas, fundas, cobertores y el protector del colchón los que, deberías, estar lavando regularmente. Nadie te va a juzgar si es que nunca has dedicado tiempo de aseo a tu colchón, pero ahora que lo sabes, deberías hacerlo, al menos, una vez cada 6 meses, según explican en la Fundación del Sueño.
Un cuarto lugar de la casa para limpiar en profundidad son las alfombras y cortinas. Todos los días que entras y pisas sobre las alfombras de tu casa dejas restos de mugre, polvo o tierra en el textil. Es por esto que si las aspiras o barres regularmente, no es suficiente. Al menos, una o dos veces al año deberías dedicar tiempo para desinfectar las alfombras de tu casa. En el caso de las cortinas, al ser la barrera que separa el mundo exterior con el interior del hogar, estas acumulan polvo entre el tejido, por lo que cada 3 a 6 meses deberías llevarlas a lavar a un sitio especializado, o colocarlas en la lavadora.
Por último, no es un lugar de la casa pero si un artefacto de debes limpiar a fondo. La lavadora se podría pensar que por estar constantemente expuesta a detergentes y agua, la lavadora no requeriría de mayor mantención y limpieza, pero no se puede estar más equivocado. Por la acumulación de sedimentos de jabón, pelusas, cebo y tierra que tiene la ropa, es que deberías incluir la limpieza de la lavadora en tu rutina.