Dormir con tu perro no es bueno ni malo según la ciencia, simplemente es una decisión que debes tomar en base a factores como: la comodidad, el espacio, el tamaño de tu compañero peludo de cuatro patas, si alguno padece dolencias o restricciones en sus movimientos o las horas que tengas de descanso, entre otros. Pero sí se han estudiado comportamientos que resultan en beneficios para ambos.
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Una de las razones para dormir con tu perro es que hay estudios que sugieren que aporta beneficios a la salud mental. Esta línea de investigación indica que los dueños de mascotas se sienten más seguros, cómodos y acompañados compartiendo su cama con estos peludos. En un experimento realizado en Australia, los propietarios que dormían con estos compañeros, tenían menos probabilidades de tomar algún tipo de medicación para dormir.
Por otro lado, un estudio de la Universidad de Alberta (Canadá) arrojó que las personas con dolencias físicas y crónicas se sintieron menos estresadas, preocupadas y pudieron regular su patrón de sueño en compañía de sus perros. Otra investigación sugirió que, si bien les causó una sensación de bienestar, no tuvo que ver con que sus mascotas compartieran la cama, sino el mismo espacio o habitación, no el colchón.
Otra razón por la que debes dormir con tu perro (si realmente lo consideras un ser especial de tu familia) es porque él se siente más seguro y tranquilo. Un estudio sugiere que estos peludos de cuatro patas duermen mucho mejor y más profundamente en compañía de sus dueños. Es decir, compartir cama con tu mascota hace que se fortalezca el vínculo de confianza y que tu compañero esté bajo los efectos de más dopamina.
Cabe mencionar que en el caso de algunos perros pequeños o cachorros, dormir en la misma cama puede significar que los aplastemos sin darnos cuenta mientras estamos en sueño profundo. En ese caso, lo mejor es que dispongas de un espacio seguro para que tu mascota no termine lastimada o entorpeciendo tu descanso.