Hacer una limpieza del congelador a veces puede resultar tedioso y se requieren horas para que quede impecable. Pero es necesario incorporar esta práctica, por lo menos cada dos meses, para que los alimentos se puedan conservar sin riesgo de contaminación o sin que se impregnen aromas indeseados.
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Lo primero que debes hacer para ablandar el hielo del congelador y luego retirarlo de manera más sencilla es desenchufar el artefacto para evitar riesgo de electrocución. El paso siguiente será guardar en bolsas térmicas los alimentos que tengas congelados para que no sufran tanto el cambio de temperatura cuando estés haciendo la limpieza.
El método más sencillo y efectivo para quitar el hielo
Luego tienes que calentar agua en una cacerola que entre en el espacio de tu congelador, llevar a punto de ebullición e introducir el recipiente en el artefacto desenchufado. Cierra la puerta y deja que los vapores calientes hagan su efecto. Lo que sucederá es que el hielo concentrado en las paredes del electrodoméstico, comenzará a derretirse.
El tiempo que debes dejar la cacerola con agua caliente dentro del congelador, oscilará entre 15 y 30 minutos, depende de la acumulación de hielo que haya en el artefacto. Para recoger el agua resultante que puede salir del electrodoméstico, lo ideal será colocar un recipiente para que pueda drenar durante los minutos que debes dejar la puerta cerrada.
También puedes utilizar paños absorbentes para que retengan el agua del deshielo. Puedes ir aplicándolos sobre la marcha, a medida que veas la filtración del líquido e ir estrujando para volver a colocarlos. Al abrir la puerta del congelador, notarás que el hielo se ha reducido y no tendrás que picar con objetos que pueden dañar la superficie del artefacto.