El uso constante de la cocina hace que sea un espacio en donde se genera una gran cantidad de residuos, ya que ahí se encuentran todos los ingredientes y las mercaderías que utilizamos para realizar nuestros platos. Allí se encuentra además la cocina a gas, el electrodoméstico de línea blanca que probablemente tenga mayor uso. Con él cocinamos el almuerzo y la cena, y preparamos también el desayuno, esa primera comida esencial para arrancar el día. Todo esto hace que sea un espacio en donde suele acumularse grasa.
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Lo cierto es que nuestra cocina recibe muchos residuos de alimentos que muchas veces no advertimos y al no ser limpiados terminan pegándose en la base, en las hornallas, perillas y también claro en la rejilla de la cocina. Así, la suciedad acumulada durante varios días comienza a ponerse negra y adquiere una textura viscosa, producto de las repetidas frituras que salpican y terminan cayendo y adhiriéndose en estos lugares. Por eso queremos acercarte una posible solución para eliminar la grasa acumulada.
Para eliminar la grasa acumulada en nuestra cocina existe más de una opción, aunque preferimos una para la que vas a necesitar: bicarbonato, vinagre blanco, agua caliente, lavavajilla líquido, esponja dura y/o escobilla. No olvides que, para realizar cualquier paso, primero deberás desmontar la rejilla. Cómo hacerlo
1. Pasta de bicarbonato de sodio:
Antes de iniciar con la pasta debes de poner a remojar la rejilla en agua con lavavajillas por 5 minutos. Luego prepararemos la pasta con bicarbonato y un poco de agua. Mezcla en un recipiente ambos ingredientes. Si echas 2 cucharaditas de bicarbonato, entonces solo emplearás 1 de agua.
Luego de que la rejilla haya pasado 5 minutos remojada, será momento de restregarla con el bicarbonato preparado. Y lo harás con una esponja verde (dura) para frotar el bicarbonato por toda la rejilla. Repite este paso y deja que remoje otros 5 minutos más. Luego enjuaga la reja y listo. Toda la grasa pegada habrá salido.
2. Quitar la grasa de la rejilla
Luego Debes de sumergir la rejilla en agua caliente por unos 5 minutos para disolver la mayor cantidad de grasa y así lograr que salga de forma más sencilla. Luego de que pase ese tiempo coge una esponja, huméctala con lavavajillas y finalmente frota la rejilla hasta quitarle toda la suciedad.
3. Agua oxigenada y bicarbonato de sodio:
Deberás mezclar el bicarbonato de sodio con agua oxigenada hasta que se forme una pasta. Ahora, colócala sobre toda la rejilla y deja que repose alrededor de 30 minutos. Una vez que haya pasado el tiempo, será momento de frotar con un estropajo de metal con el fin de quitar todas las manchas y grasa pegada. Por último, coge un trapo húmedo y comienza a quitar cada uno de los restos que salga de la rejilla y eso será todo.
4. Lavavajillas y fibra metálica:
Una de las soluciones más usadas es la del uso de esponjas de fibra metálica, debido a su fuerte textura, arrastrará consigo toda la suciedad posible. En un recipiente echa lavavajillas líquido con un poco de agua. Luego coge una escobilla y jabona toda la rejilla. Hazlo con mucha fuerza con la finalidad de que se retire parte de la suciedad. Ahora, sumerge la esponja de fibra metálica en el jabón y refriega una vez más la rejilla hasta que salga todo lo que resta. Por último, enjuaga con abundante agua y revisa ambos lados.