La vida útil de las sábanas, las toallas o las fundas tienen un final de uso por mucho que las cuidemos. Cada cierto tiempo (y depende del uso que le demos) es imperativo que sustituyamos algunos elementos como los manteles, los trapos o las mantas; pero esto no significa que tengamos que tirarlos. Un par de trucos virales para reciclar las toallas viejas que están causando furor en Internet.
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Según ciertas estadísticas, lo ideal es cambiar las toallas que utilizamos para secarnos cuando salimos de la ducha cada 3 años pero no hace falta que las lancemos a la basura. Teniendo un poco de imaginación, se puede reciclar y darles un uso completamente nuevo. Todo lo que sea para ahorrar y ayudar al planeta, es bien venido.
La primera opción para reciclar las toallas viejas convirtiéndolas en otro artículo es coser unas zapatillas para salir de la ducha. Estás zapatillas de rizo que se venden para el baño junto con los albornoces pueden llegar a costar más de 10€, pero con este sencillo truco ahorraremos esa inversión haciéndolas por nuestra cuenta a partir de una toalla vieja.
Sin dudas que podrás ahorrar bastante ya que a partir de una toalla vieja grande (o dos pequeñas del mismo color), podemos hacer un par de zapatillas que nos sirven tanto para salir del agua como para estar por casa. Para poder reciclar esta prenda, tendrás que lavar y separar la suela de los zapatos viejos. Después, utilízala como patrón para recortar la silueta del pie en la toalla vieja y finalmente pégala con el trozo de tela recortado.
Otra alternativa para reciclar las toallas viejas cuando las tienes más de tres años es crear un guante exfoliante. Después de muchos lavados, el rizo suave del principio se convierte en una tela áspera y perfecta para eliminar las células muertas de la piel. Lo único que tienes que hacer es utilizar tu mano como patrón para recortar la tela de la toalla antigua y, por último, coserla a máquina o con guante e hilo.