Si posees espacio en el huerto de tu hogar, puedes plantar azafrán para disponer de tu propia cosecha y realzar el sabor de tus comidas. Este ejemplar es costoso porque cada flor morada da solo tres “hilos” de color rojo brillante y porque su cosecha es a mano y minuciosa.
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Plantar y cultivar azafrán en un huerto urbano no es misión imposible. Primero tienes que conseguir algunos bulbos de esta especie (crocus sativus) y hacer la plantación entre los meses de junio y septiembre. Este ejemplar se puede colocar en macetas, invernaderos con bastante ventilación o en un suelo bien drenado.
Para plantar azafrán tienes que disponer los bulbos en grupos reducidos, con una separación de entre 5 y 10 centímetros entre cada ejemplar. Lo ideal es que los deposites a 5 centímetros de profundidad en la tierra. Lo importante para que esta planta crezca de manera rápida y fructífera es disponer de un suelo que reciba luz solar y que no se inunde de agua.
La cosecha del azafrán suele darse en otoño (entre los meses de octubre y diciembre) y es importante mencionar que hay que prestar mucha atención al momento en los hilos estén de color rojo brillante, ya que deben extraerse y posteriormente ponerlos a secar envueltos en papel absorbente. Para la maniobra puedes valerte de una pinza y mucha suavidad en tus movimientos.
Cuando los hilos de azafrán estén secos, debes colocarlos en un recipiente con tapa hermética en un sitio de tu cocina libre de humedad, pero cálido. También puedes moler estos elementos para obtener el polvo que le dará sabor y color a tus comidas. Luego de que la planta dé su floración morada característica, se marchitará de manera natural y debes podarla cuando notes que se puso amarilla.