Sin dudas que el verano es una de las temporadas más esperadas por todos. Playa, piscina, amigos, fiestas, que más se puede pedir. Pero, como en todo, el calor no traer algunos inconvenientes que no lo teníamos en mente. En esta nota vamos enseñarte a que te cuides las uñas ya que es una de las partes de nuestro cuerpo daña el verano.
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Como es costumbre en las temporadas de calor, pasamos mucho tiempo en las piscinas y eso hace que dañemos las uñas. Al igual que ocurre con la piel, estas también absorben agua, lo que las debilita con el tiempo. Y si a esto le añadimos que en las piscinas incorporan cloro y otros químicos para mantenerlas limpias, el daño puede ser mayor.
“Estos compuestos pueden afectar a las uñas y, sobre todo, a la lámina ungueal, que al ser porosa absorbe más agua, debilitando la uña y facilitando su fragilidad. La humedad, además, favorece el desarrollo de infecciones fúngicas o bacterianas, por lo que un buen secado posterior es fundamental”, asegura la doctora Marta García-Legaz, dermatóloga de Instituto Médico Ricart.
El gran problema que tienen las uñas es que se comportan como si fueran esponjas, por lo que al introducirlas en cualquier líquido, las placas de las que se componen (muy porosas) se expanden y contraen en contacto con el mismo. Como consecuencia, estas se debilitan mucho más en el verano que en cualquier temporada.
Tanto si llevas la manicura o la pedicura hechas como si no, extiende siempre una capa base. Este paso es esencial, antes del color o como opción única, tanto para proteger como para tratar. Si su fórmula incluye aloe vera, glicerina, ácido hialurónico, aceite de ricino o de coco o cera de abejas, mejor que mejor. Y no te olvides tampoco del top coat, tanto al finalizar el esmaltado como cada dos días. Hará que el resultado sea más duradero, endurecerá y fortalecerá tus uñas y, además, evitará en cierta medida que el agua penetre.