Por lo general cuando vamos al mercado no prestamos mucha atención al origen de la mercadería que estamos comprando. Esto nos hace perdernos detalles de lo más interesantes. Los huevos son un elemento muy utilizado en la gastronomía, y saber si la calidad de de estos es buena no es poca cosa.
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Consumir huevos viejos o en mal estado es muy perjudicial para la salud, así que saber de dónde vienen los huevos y cómo están alimentadas las gallinas ponedoras es un detalle a tener muy en cuenta a la hora de comprarlos si quieres evitar problemas al momento de cocinar con ellos, ya que pueden arruinar completamente la preparación de tus comidas, o simplemente caerte mal al estómago después de comerlos.
Podemos encontrar en el supermercado desde los huevos ecológicos, los de gallinas criadas en jaulas, pasando por los camperos o los de las gallinas de suelo. En cuanto a los tamaños, cuando nos plantamos delante de la sección de huevos en el supermercado y nos ponemos a buscar, podemos encontrar, desde huevos de codorniz de un tamaño reducido que nos comemos de un bocado, hasta huevos tamaño XL que prácticamente no entran en la mano.
Entre todas esas opciones podemos encontrar los huevos de primera puesta, que se trata del primer huevo que pone la gallina en su vida y que tienen un sabor y unas propiedades muy diferentes. La gallina cuando ya es mayor empieza a tener problemas de calcificación, problemas de aportación de nutrientes al huevo, entonces el huevo de pollita es el huevo mucho más sabroso, más compacto, tiene mucha densidad en su textura y es de tamaño pequeño.
Los de primera puesta son de gallinas de cinco meses, aproximadamente. Sin lugar a duda los huevos camperos son los más sabrosos. Para saber la diferencia entre todos los que encuentras en los mercados debes conocer el significado del código que lleva impreso en la cáscara. El primer número indica la forma de cría de las gallinas. El "0" significa que provienen de gallinas libres y alimentadas a base de piensos ecológicos, el "1" indica la proveniencia de gallinas camperas, o sea, libres y alimentadas con piensos.