Con el verano, las terrazas se llenan de gente y de eventos, y no hay nada mejor que tener una barbacoa. Pero muchas personas optan por tener en su casa una barbacoa eléctrica frente a las de gas, leña o carbón. Pero al igual que tiene ventajas, puede tener ciertas desventajas.
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Aunque no existe una elección de barbacoa mejor que otra, la última palabra siempre la tiene el usuario y sus necesidades. A continuación, analizamos las ventajas y desventajas de tener una barbacoa eléctrica en casa.
Sólo en exterior. Las barbacoas, aún siendo eléctricas, no deben emplearse en el interior. Son perfectas para balcones o terrazas pequeñas que dispongan de una toma de corriente. Son fáciles de usar, y más seguras.
Dependen de la toma de luz. No hace falta que estas barbacoas tengan combustible ni tener que batallar con las brasas y el fuego. Eso sí, teniendo en cuenta de cómo está el precio de la luz, hoy en día, quizá no la usemos tanto como nos gustaría. Pero, por otro lado, está el precio del gas y del carbón (que sube en verano).
Fáciles de usar y limpiar. Tanto las barbacoas eléctricas como las barbacoas de gas tienen la ventaja de que son muy fáciles de utilizar y tienen prácticamente las mismas prestaciones a la hora de hacerlo. Una vez usadas, se apagan, se limpian, cuentan con una bandeja con agua en la que cae el exceso de grasa, lo que hace que sean relativamente fáciles de limpiar, se almacenan y se vuelven a emplear otra vez, sin problemas.
Tienen muchos accesorios. Hay una gran gama de variedades a la hora de comprar una barbacoa, las hay económicas, que no llegan a 50 euros, o bien, mucho más caras y completas, con muchos accesorios y con qué materiales están hechos. La mayoría de barbacoas eléctricas del mercado cuentan con parrillas cromadas o de acero inoxidable. También las hay de hierro fundido o de porcelana esmaltada, aunque son menos frecuentes.
Son saludables. Las barbacoas eléctricas permiten cocina productos saludables sin necesidad de grasas añadidas (carnes blancas, pescados, verduras…), y también evitan los inconvenientes asociados a la salud que puede tener el humo.
El sabor es algo distinto. La barbacoa eléctrica permite controlar la temperatura de cocción e ir variándola en función de las necesidades del alimento, así como repartir el calor de forma homogénea, de modo que es prácticamente imposible fallar. La comida siempre quedará rica y en su punto. Sin embargo, el sabor de los alimentos jamás tendrá ese punto inconfundible que aportan las brasas y la madera.