La salsa barbacoa es una salsa empleada para dar sabor a ciertos platos a base de carne u otros platos. De manera tradicional, la salsa barbacoa ha sido empleada para aderezar los filetes de hígado y corazones. En raras ocasiones es empleada para mojar ingredientes fritos y hasta en algunos casos, reemplaza a la salsa de tomate en las pizzas. Para lograr una buena salsa barbacoa, debes seguir los siguientes pasos que detallaremos en este artículo.
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Las características que tienen las salsas barbacoas es que se pueden combinar entre ácidas y dulces. La salsa barbacoa, generalmente, lleva condimentos especiados y en la mayoría de los casos, hace que el sabor de la barbacoa sea ahumado. Los ingredientes pueden variar entre salsa de tomate, edulcorantes, especias, miel y puede contener hasta vinagre.
La mayoría de las personas cree que la salsa de barbacoa es difícil de preparar en casa pero es muy fácil y no requiere tantos ingredientes. Puedes elaborarla a gusto y con el toque que la diferencie del resto de las salsas. En este caso, os presentamos una salsa barbacoa básica que es equilibrada, sencilla y con un sabor que conquistará todos los paladares. Esta salsa se combina muy bien con la carne, con costillas a la barbacoa o con un pollo asado. Pero, además es un buen complemento para las hamburguesas o patatas asadas.
La salsa barbacoa es una mezcla de sabor ácido y dulce. Más allá que puedan añadirse algunos ingredientes, hay otros que deben incluirse sí o sí que son: salsa de tomate, kétchup, mostaza, miel y soja. Para elaborar la salsa barbacoa, se debe preparar medio litro aproximadamente ya que se conserva muy bien por varios días en la nevera y se puede congelar.
En primer lugar, hay que cortar la cebolla de manera muy fina. Se deben sofreír estos ingredientes a fuego lento en una cazuela añadiendo aceite de oliva. El otro paso es apagar el fuego luego de cinco minutos y agregar los distintos tipos de salsa y remover hasta que éstos ingredientes se integren. Después, nuevamente se debe colocar la cazuela a fuego lento y añadir la salsa de tomate casera, agua, pimentón, orégano, sal, pimienta negra recién molida y remover otra vez por 5 minutos. Una vez que la salsa empiece a estar espesa, hay que darle un toque en la batidora y si os gusta picante, agregar pimienta, cayena o guindilla. Ya estará lista la salsa para que agregues a tus platos.