La cocina es uno de los sitios de la casa donde hay que prestar más atención a la hora de limpiar, ya que cualquier contaminación de los alimentos o acumulación de grasa puede ocasionar problemas o trastornos digestivos por bacterias y gérmenes.
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Uno de los trucos clave para que la cocina no se llene de grasa es siempre disponer de una óptima ventilación del sitio. Esto hace que las partículas no se asienten en las superficies y que la temperatura se mantenga estable para que el calor no las fije aún más.
Para evitar la acumulación de grasa en la cocina también es recomendable tapar las ollas y sartenes al momento de calentar, hervir, freír o saltear alimentos. No solo se evita que los fogones se ensucien para que duren más tiempo limpios, sino que también se preservan las paredes cercanas. Cabe mencionar que otra clave es proteger las superficies con papel aluminio, pero no es lo más seguro.
Siguiendo en la misma línea de lo mencionado anteriormente, disponer de una campana extractora siempre dará menos posibilidades de ensuciar con grasa la cocina y será otra de las claves a tener en cuenta. Además del humo o vapores que puedan despedir los alimentos durante el proceso de cocción, el artefacto también se lleva partículas de grasa en suspensión.
La limpieza frecuente es fundamental en este sentido, por más obvio que resulte mencionarlo. Es clave para mantener la cocina sin grasa, quitar la suciedad de la campana extractora (que además alargará su vida útil y optimizará el funcionamiento) y la de las mesadas y fogones con productos adecuados para tal fin.