A la hora de cocinar en los meses de verano, se suelen preparar comidas que no requieran el uso del horno o fogones para disminuir la sensación de calor dentro de la cocina. Es común que muchas personas acudan a ensaladas o preparaciones que se pueden realizar con pequeños electrodomésticos.
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Lo cierto es que para los más amantes de la cocina (que no tienen inconvenientes con el calor moderado) o los que trabajan todo el día en ella, a veces se torna más complicado soportar las altas temperaturas durante la actividad. Es por ello que se recurre a colocar un aire acondicionado en la habitación o inmediatamente cerca.
En ese caso, con las temperaturas elevadas del verano se entra en un uso casi constante del artefacto y para no llevarse una sorpresa en la facturación del servicio de luz (ya que el precio ha subido significativamente respecto de otros años) lo ideal es saber cómo ahorrar costos regulando los grados del aire acondicionado en la cocina y el resto del hogar.
Aunque parezca mentira, se puede utilizar el aire acondicionado de forma eficiente para ahorrar luz. Desde la OCU recomiendan regular la temperatura para evitar gastos excesivos e innecesarios. Para esto, la entidad sugiere que se coloque el artefacto a una diferencia de 8 grados respecto del exterior.
La recomendación de la OCU para ahorrar luz en la cocina y el resto de la casa, ajustando la temperatura del aire acondicionado, implica, por ejemplo, que si el exterior marca 33°C, el interior del hogar debería mantenerse fresco en 25°C con el uso del artefacto. Por su parte, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) describe que en épocas de mucho calor lo recomendable es mantener la temperatura entre 23°C y 25°C.