La nevera es el lugar ideal para mantener alimentos y bebidas bien frescos. Peor con la llegada del verano nos gusta salir de excursión, ir de camping, montar comidas y cenas en la terraza o simplemente organizar picnics y picoteos en el campo, la playa o la piscina. Para lograr que la bebida y comida no se caliente, debemos buscar alternativas.
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Son muchos los artefactos que podemos adquirir para mantener la comida y la bebida frías durante más tiempo en nuestras actividades veraniegas al aire libre, además de algunas buenas prácticas. Solo tenemos que elegir en función de nuestras necesidades y presupuesto con el único fin de tener los alimentos lo más fresco posible.
El primer artefacto que podemos elegir para tener alimentos fuera de la nevera son las “Fundas enfriadoras”. De distintos materiales textiles y sintéticos, podemos encontrar fundas adaptadas a botellas expecíficas, normalmente de vino o espumosos y también botellines, o versátiles con unas dimensiones ajustables. Además también existen fundas especiales para botes, muy prácticas para refrescos y cervezas, que tienen a calentarse muy rápido al llevarlas en la mano o dejarlas sobre la mesa.
El segundo gran artefacto para tener alimentos fuera de la nevera son los “Enfriadores de bebidas rígidos”. Pueden llevar un acabado exterior de plástico, pero es el interior el que cuenta. Estos accesorios portátiles disponen de doble pared interna en acero inoxidable que permite mantener el frío hasta diez horas, e incluso se pueden usar como vaso para beber directamente.
Por último, si vas a tener comidas y bebidas fuera de la nevera, debes comprar “Cubitos reutilizables”. Las cubiteras son un imprescindible en verano y casi todo el año, pero los hielos caseros tienen pequeños iconvenientes muy molestos cuando se trata de alargar la temperatura en el exterior durante periodos de tiempo amplios. Es decir, se derriten muy rápido, pueden aguar la bebida y hay que reponerlos.