La nevera es uno de los electrodomésticos más importante que tenemos en el hogar, ni hablar si es verano. Por eso, es lógico preocuparse cuando la nevera hace ruido, pues en ocasiones puede ser un síntoma de que algo no va bien.
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Cuando sientes unos sonidos de la nevera quizá sea el compresor, el condensador o podría ser el evaporador, tres de las partes fundamentales de este electrodoméstico imprescindible. Esta es la razón principal por la que debemos tener en cuenta que hay ruidos que entran dentro de la normalidad y otro tipo de ruidos que pueden significar una avería o la posibilidad de ésta.
Por mucho que pretendamos que sea discreto, cualquier nevera siempre va a hacer algún sonido. Quizá no mucho o quizá pase más inadvertido en invierno que en verano o, sobre todo, se note más por la noche cuando la casa está en calma y es normal que tanto los electrodomésticos como los muebles hagan ruido.
Por todo esto, los ruidos normales de la nevera para que no te preocupes son estos: en primer lugar encontramos el gorgoteo que es una especie de gluglú, casi como pequeños tragos, y no es más que el gas, licuado, que circula por el circuito del refrigerante. Además, puede oir un zumbido que se suele producir cuando el compresor se pone en marcha. La función de éste es bombear gas para comenzar la refrigeración; si se desgasta suele hacer un ruido más molesto y agudo de lo habitual.
Y por último, los famosos crujidos que tienen sonido a veces como un golpe, pero generalmente como un chasquido que es habitual en los frigoríficos con función No Frost, debido al movimiento del ventilador interno. En un caso parecido, también solemos oír chasquidos cuando las resistencias que derriten el hielo se ponen en marcha.