Madonna es considerada la reina del pop y su trono sigue firme. El estar en la cima de la industria, la cantante estadounidense realiza grandes esfuerzos para mantener un físico fuerte y delgado. Su físico, magro y tonificado, siempre reveló un trabajo que acompañó el paso de los años. Y la dieta acertada es una de sus claves. Por eso, no se aparta de los dictados de la alimentación macrobiótica.
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Las dietas macrobióticas son conocidas por sin más o menos estrictas. En líneas generales, limitan o, en algunos casos, llegan a suprimir el consumo de carnes rojas. Dentro del ying, es decir, lo que no se debe consumir porque es dañino para el cuerpo, están algunos tubérculos, los alimentos procesados, algunos condimentos y especias, los conservantes, y todo lo que es de origen industrial, que viene en latas o en tetra brik. Entran también en esta categoría el alcohol y las bebidas azucaradas.
Según los expertos y conocidos de la materia, la dieta macrobiótica tiene tanto puntos a favor como en contra. Este plan alimentario que hace tener a Madonna esplendida a los 63 años, ofrece varios beneficios por el hecho de suprimir todo lo que es procesado, ultraprocesado y azúcares.
Por lo que dicen los manuales de estilo de esta dieta macrobiótica, ayuda a bajar las grasas trans, los azúcares y el sodio. También es positiva la recomendación de limitar las carnes rojas. Algunas dietas la eliminan y otras la limitan en frecuencia de consumo. Otro aspecto favorable de la dieta que hace Madonna es la indicación de incluir abundantes frutas y verduras.
En el caso de las frutas y verduras, la dieta que hace Madonna por lo general se elige las de estación, que implica responsabilidad por el medio ambiente y, además, son más baratas. El aumento de consumo de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres aporta mayor cantidad de fibra”, detalla la especialista.