La importancia de llevar adelante una dieta saludable radica en el rendimiento y funcionamiento óptimo del cuerpo. Todos los grupos de alimentos son necesarios a diario para aportar nutrientes para fortalecer los huesos, el corazón, las reservas energéticas y regular las hormonas que intervienen en todos los sistemas del organismo.
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Claro que no todas las personas deben consumir los mismos alimentos ya que pueden presentar restricciones alimentarias de tipo diabéticas, celíacas, alérgicas o de intolerancia a la lactosa, entre otras. Lo ideal siempre es recurrir a un profesional de la salud para asesoramiento acerca de cómo comer saludablemente, según el estado del cuerpo, y no pasar hambre.
Una de las dietas que muchas personas han seguido es la Cohen, denominada así por el apellido de su creador: Jean-Michel Cohen. El profesional es doctor en medicina, está especializado en Nutrición y promociona un plan alimentario libre de restricciones ya que cree que eso no aporta “felicidad” a la hora de comer y que puede desencadenar periodos de hambre que pueden traducirse posteriormente en atracones de comida.
La dieta Cohen es ideal para bajar algunos kilos sin pasar hambre y sin tener el “efecto rebote”. El plan alimentario consiste en consumir todos los grupos de alimentos de forma saludable y consciente, y acompañar con hábitos de actividad física, buen descanso y una correcta digestión. Para eso el doctor propone tres fases en donde la primera tiene un periodo de hasta 16 semanas, se puede perder hasta cuatro kilos y tiene el objetivo de consumir aproximadamente 1400 calorías diarias.
La segunda etapa de la dieta Cohen transcurre en dos semanas y se hace una reducción de calorías (se baja a 900) para perder peso más rápidamente. Para finalizar, el plan de alimentación tiene una tercera fase donde se vuelven a incorporar más calorías diarias (1600 aproximadamente) y se pueden consumir alimentos que habían sido moderados en cantidad. El éxito de este tipo de ingesta es gracias a las proteínas, frutas, verduras, aporte de fibra, snacks saludables, pasta integral (consumida al dente) y los hábitos de no pasar tantas horas sin comer para poder mantener las reservas de energía.