Olga Moreno y Rocío Flores se aman como si fueran una sola. Por más que no llevan la misma sangres, la diseñadora sevillana crio a Ricio desde muy chica y la joven se lo demuestra en cada momento que pasan juntas. Pero parece que a la hora de elegir que comer, ahí si se alejan un poco.
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Olga Moreno es más de porras con chocolate según se pudo ver en un bar donde se las vio juntas. La esposa de Antonio David Flores sigue disfrutando de la comida tras su paso por ‘Supervivientes’. Así, demostrando que todavía sigue adorando el chocolate que tantos quebraderos de cabeza le trajo, disfrutó de unas porras con chocolate a la taza durante un relajado desayuno con amigas.
Muy amable y relajada, Moreno no dudó en charlar con todo aquel que se le acercó hasta la llegada de su hija Rocío Flores, con quien se fundió en un cariñoso abrazo. Sin dudarlo, Olga se levanta para ir a por una silla para que su ‘Roro’ se siente a su lado.
Pero a la hora de pedir no fue lo mismo ya que Rocío Flores es más de bocata de calamares. Después por la noche, Rocío Flores y su novio disfrutaron de una romántica velada durante unas merecidas vacaciones. No dudaron en rendirse a uno de los grandes éxitos de nuestra gastronomía, un rico bocadillo de calamares, que degustaron tranquilamente en una terraza.
Muy cariñosa, Rocío acarició la pierna de su chico, uno de sus grandes apoyos en los peores momentos de su vida. Nadie puede negar que Olga Moreno y la hija de Antonio David Flores se quieren como madre e hija pero, no le traigas lo misma comida.