Si hay algo bueno que tiene el invierno es que es temporada alta de uno de los alimentos más tentadores y deliciosos del mundo, los churros. ¿Quién no ha quedado al borde de la locura intentando conseguir un churro en una tarde fría de invierno? Pero no todo lo que brilla es oro, ya que su alto contenido de aceite y fritura no es lo más saludable para tu cuerpo.
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Una manera de que esta delicia no sea tan perjudicial para la salud es poder crear nuestros propios churros caseros, y aún así no será lo mejor. Seguramente quede mucho olor a frito en la cocina, el aceite es complejo al momento de lavar y nuevamente repetimos que no será muy saludable.
Pero existe una manera de que todas problemáticas desaparezcan y que lo único que quede sea el sabor inigualable de un delicioso churro. La respuesta son las freidoras de aire, una nueva tecnología para la cocina moderna que permite ahorrarse muchos problemas y realmente disfrutar de sabores únicos.
Los ingredientes son sumamente simples y escuetos. Tan solo necesitamos una bolsa congelada de churros que podemos conseguir en cualquier mercado de la esquina, y una botella de aceite de oliva virgen extra. Luego es importante seguir las instrucciones.
Ya pensando en la elaboración, primero debemos precalentar nuestra freidora de aire hasta alcanzar los 205°, esto puede llegar a tardar unos 5 minutos aproximadamente. Estas nuevas tecnologías aceleran en gran medida los procesos. Luego retira los churros de la bolsa y sobre una bandeja dale unas pinceladas con el aceite de oliva virgen extra. Una vez estén todos recubiertos los viertes en la freidora y los dejas allí por 10 minutos. Pasado el tiempo retira los churros y déjalos reposar un rato para que el aceite escurra un poco de tus churros ¡Listo! Ya estás en condiciones de probar tus nuevos churros saludables y caseros.