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Conoce los lugares claves para comer bocadillos de calamares en Madrid

Los tradicionales aperitivos madrileños suelen consumirse a cualquier hora del día.

Calamares.Fuente: Producción Gastrolab
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Todos sabemos cuáles son los imperdibles de Madrid desde el momento que ponemos un pie en esta hermosa ciudad. Dentro de la inmensa propuesta turística que nos ofrece la capital española, tenemos la Puerta del Sol, el museo del Prado, la Plaza Mayor, pero lo que definitivamente no puede faltar en tu itinerario, es probar los famosos bocadillos de calamares.

Estos tradicionales aperitivos madrileños, que suelen consumirse a cualquier hora del día, no han sido ajenos a la renovación de la propuesta gastronómica de los últimos años en Madrid. Por este motivo y aprovechando que el pasado 14 de abril se celebró el “Día de la Bocata de Calamares”, es que te presentamos algunos de los lugares claves de la ciudad para disfrutar de estos espectaculares bocadillos.

Fuente: Instagram/ @bareto.madrid

Bar Postas, ubicado en Calle de Postas al 13, es un clásico entre los clásicos de Madrid y se puede comer en su barra de acero y acompañar con una cerveza bien fría. Bareto Este ocupa el local de la histórica cervecería Correos en la que alternaba parte de la Generación del 27, sirve su 'bocata de calamares 3.0'. Un montado de chipirones sobre pan de cristal, mayonesa y un punto de salsa brava. Calle de Alcalá, 55.

Otra excelente opción es La Campana, en calle Botoneras 6. Es uno de los bares de la Plaza Mayor que más bocadillos de calamares vende. Estilo clásico, sin aderezos: bollo de pan y calamares a la andaluza. Le siguen Los Galayos, otro de los históricos de la Plaza Mayor que entre sus especialidades sirve este bocadillo que destaca por estar siempre crujiente (utilizan pan de chapata) y caliente. 

Fuente: Facebook @estadopurorestaurante

Nuestra última recomendación en Madrid, aunque hay muchas más, es Estado Puro galardonado con dos estrellas Michelin. Aquí Paco Roncero reinterpreta al clásico con pan de cristal y calamares tiernos con un rebozado muy fino. Los acompaña una mayonesa de tomillo con un toque cítrico de limón. Plaza Cánovas del Castillo, 4.