España no es la excepción en la gran crisis financiera que está azotando al mundo. Por un lado tenemos una pandemia que duro más de dos años (muchos aseguran que todavía no a terminado) y por otro la guerra en Ucrania han hecho, que los países cuenten con una inflación alta y por eso los consumidores piensan mucho donde poner su dinero.
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Estos dos granes factores trajo como consecuencia que la confianza en todo el mundo se ha visto mermada, especialmente en Europa, al provocar importantes interrupciones en las cadenas de suministro, como en la energía, los cereales, la carne o los lácteos. Por eso, NielsenIQ ha identificado cinco nuevos tipos de consumidores en toda España.
En primer lugar, encontramos en España a los llamados consumidores cautos (52% de la población). Son aquellos que no han tenido impacto en su seguridad financiera, pero que siguen siendo cautelosos con el gasto. Se trata de un dato sensiblemente superior al de la media mundial (38%) y que está alineado con Italia (52%). En Francia (46%) y Reino Unido (35%) el porcentaje es inferior.
En segundo término, están los españoles estables (16%). No han tenido ningún impacto en sus finanzas y han seguido gastando como siempre. Por otro lado, se observa unos consumidores llamados recuperados (15%). Los que tuvieron inseguridad financiera durante los años de la pandemia, pero han vuelto a la normalidad.
En cuarto tipo de consumidor es el NielsenIQ ha denominado luchadores (14%). Los que experimentaron inseguridad financiera durante la pandemia del covid-19, que continúa en la actualidad. Y por último, en España se encuentran los prósperos (4%). Ahorraron dinero durante el covid-19 y se sienten más seguros financieramente que antes del inicio de la pandemia.