Cuando ordenamos la nevera tenemos la idea que con tan solo organizarla para que todo ingrese ya estamos haciendo las cosas bien. Que guardes tu orden de supermercado de una forma que te sea sencillo para encontrarlos, no es la manera correcta de conservar los alimentos y podrías poner en riego tu salud.
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Para conservar tus alimentos y tener ordenada la nevera, hay un principio muy utilizado que se denomina FIFO. Este recomienda situar los productos que hemos comprado primero por delante de los que hemos adquirido con posterioridad. De esta manera, evitaremos que estos productos acaben caducando y poniéndose malos.
Si hablamos de orden puntualmente de los alimentos, se recomienda depositar las frutas y verduras en los cajones inferiores. Este tipo de alimentos se estropean mucho más rápido que el resto, por lo que se recomienda colocarlos en sitios más fríos y húmedos. La balda inferior será tanto para la carne como para el pescado, así como para los alimentos a descongelar.
Mientras tanto, las baldas intermedias serán para los huevos, los lácteos, los embutidos y los precocinados. Evita poner los huevos en la puerta de la nevera, a pesar de que estés acostumbrado a ello, porque cada vez que abres la misma se rompe la cadena del frío y los huevos pueden acabar poniéndose malos antes de tiempo.
Por último para conservar los alimentos, las baldas superiores deben ser para los alimentos cocinados o que ya estén listos para el consumo, mientras que las bebidas, salsas y otros alimentos que no requieran de refrigeración, en la puerta. También indican que los plátanos y los tomates deberán ir fuera para que no pierdan su sabor. Además, las patatas, las cebollas y los ajos, que deberán conservarse siempre en un lugar fresco y sano.