Los hervidos representan uno de los fundamentos de la cocina española. Su caldo, es decir, el agua que resulta de cocer las verduras puede servirnos para muchísimos más usos y se convierte en sí mismo en un alimento rico en nutrientes. Te contamos 3 trucos o formas en que puedes aplicar la tradicional cocina de aprovechamiento.
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Hervidos de verduras hay tantos como regiones en España, da igual el que realices en tu cocina, lo que tenemos que saber es que que cuando cocemos verduras podemos darle una nueva vida a este líquido resultante. Una vez cueles las verduras que prefieras, reserva en un recipiente el agua sobrante y enriquece con ella otros alimentos como guisos, arroces o salsas.
El acompañamiento perfecto para tus cremas o las potitos naturales de los bebés. Sirve para cualquier alimento: crema de calabacín, de puerros, de zanahoria… Añade en lugar de agua del grifo o de botella el agua sobrante de verduras que hayas cocido previamente y conseguirás unas cremas y papillas mucho mas sabrosas y saludables.
La segunda forma de aprovechar el agua de las verduras cocidas en nuestra cocina es añadirla como suplemento nutricional a los batidos vegetales. Debemos tener en cuenta que en el momento en que hervimos las verduras el agua de cocción absorbe una parte importante de las vitaminas presentes en estos alimentos, en su mayoría, nutrientes del complejo B, como la vitamina B1, B6 y ácido fólico.
La última manera que en puedes aprovechar el agua de cocción de tus verduras es como alimento también para tus plantas, ya que este líquido se convierte en un perfecto abono natural para regar nuestras plantas y hacer crecer nuestro jardín. Por ejemplo, el agua de las patatas cocidas es perfecta para para combatir las malas hierbas. Recuerda que es mejor utilizar agua que no conga sal pare el riego del jardín o huerto.