Las frutas son conocidas por su sabor generalmente dulce-acido, su aroma intenso y agradable y sus propiedades nutritivas. Las mismas se pueden consumir de diferentes maneras, ya sea en su estado fresco como postre o colación, como jugo, o incluso como acompañamiento de alguna carne o ensalada.
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Por otro lado, las verduras son hortalizas cuyo principal aporte son las vitaminas, los minerales y la fibra. No tienen apenas proteínas ni lípidos, pero sí cierta cantidad de hidratos de carbono. Son la principal fuente de vitamina A y C. La vitamina A va ligada a aquellas verduras color amarillo o rojo, y la vitamina C la encontramos en el verde de las hojas.
Se recomienda que, tanto las frutas como las verduras, deben ser consumidas en su época natural. Si bien algunos alimentos se pueden conseguir fuera de su temporada, esto no es lo más recomendable para nuestra salud e incluso para nuestro bolsillo. En la siguiente nota te contamos 5 beneficios de escoger frutas y verduras de temporada.
Las frutas y verduras de estación son más frescas, por lo tanto pueden aportar una mayor cantidad de sabores, aromas y texturas. A mayor cantidad de frutas y verduras consumidas, le estamos dejando menos espacio en nuestro cuerpo a otros alimentos que poseen sal, grasas o incluso compuestos químicos.
Un producto que no es importado desde alguna zona lejana, se vende a un mejor precio. Ya sabemos que en la actualidad viajar se ha vuelto cada vez más costoso, y las frutas y verduras importadas no son la excepción. Comprarle la producción a un agricultor local significará a fin de mes un alivio para nuestro bolsillo.
Una fruta y verdura cultivada en un clima natural le permite a las mismas adquirir y conservar mejor sus propiedades nutricionales como vitaminas, minerales y fibras. Además, un cultivo que no ha sido forzado con químicos, no pierde sus jugos naturales, sabores y nutrientes.
Las frutas y verduras que no son de temporada son sinónimo de residuos químicos de plaguicidas o fertilizantes. Por lo tanto, un alimento de época es más ecológico, ya que sabemos que no ha sido cultivado en contra de sus tiempos o incluso en contra de su naturaleza.
Por último, pero no menos importante, una fruta y verdura de temporada es sinónimo de confianza hacia la producción local, lo cual los convierte en alimentos sostenibles, esto significa que se gasta menos en energía, transporte, distribución e incluso almacenamiento, lo cual ayuda a cuidar el medio ambiente.