En nuestra rutina diaria hay cuatro comidas que se deben respetar sí o sí (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y agregan además que se pueden ingerir dos colaciones que ayudan a no tener hambre. Sin embargo, en muchas ocasiones, no alcanzamos a respetar las cuatro comidas diarias y hasta en llegamos a comer de manera apresurada. Los expertos recomiendan una serie de consejos para aplicar a la hora de sentarse a disfrutar de alguna comida y te los contamos en el siguiente artículo.
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Comer con atención y concentrado es una de las prácticas importantes debido a que en muchas ocasiones, el tomarse el tiempo necesario para comer, colabora a resolver problemas en los trastornos de conducta alimentaria. Por otro lado, nutricionistas explican que comer rápido provoca que las personas se sirvan por segunda vez y coman en exceso durante el almuerzo o la cena.
A veces suele suceder que comemos en pocos minutos debido a que tenemos obligaciones que cumplir como asistir a nuestros empleos o llevar a nuestros hijos a los colegios y se nos olvida comer de manera pausada. En el libro “Esclavos de la comida” publicado por la dietista – nutricionista Paula García Bernacer dijo: “Me he dado cuenta que no se necesita el control de kilocalorías para bajar o mantener el peso ya que lo que se requiere es de una alimentación consciente. No hace falta prohibirse de algo sino percatarse de cuánto se come”.
En primer lugar, se debe comer con atención ya que es una práctica importante porque incluso es capaz de resolver problemas alimenticios. La doctora remarcó que, cuando no comemos con atención, nuestro sentido del gusto puede llegar a alterarse y no percibimos del todo los sabores de la comida. Además, es fundamental comer con atención para que no se genere ansiedad y para evitar trastornos en la mente de las personas.
Por último, a la hora de sentarse a comer, hay que hacerlo concentrado y disfrutar del sabor, del gusto y del olfato de los alimentos. Para acompañar esta acción, se requiere también realizar ejercicios físicos de manera diaria. Otra técnica que se debe utilizar para comer es preguntarnos cuánto hambre tenemos y hasta dónde queremos comer.