Los cacahuates japoneses son los fieles compañeros en las fiestas o como un aperitivo a degustar en cualquier espacio, que con su sabor dulce y salado ha conquistado el paladar de muchas personas a lo largo de los años y ha logrado imponerse como una preparación más en la mesa.
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El cacahuate japonés tiene bases en la segunda Guerra Mundial cuando el japonés Heijiro Kato abrió una empresa y comenzó a contratar a personas, entre ellas Yoshihei Nakatani. No obstante, Kato fue considerado un espía del Imperio japonés; así el gobierno mexicano determinó el cierre de la compañía dejando sin trabajo a Yoshihei Nakatani, quien se había casado con Emma, una mexicana, con la que tenía cinco hijos.
Dicen que el verdadero éxito llegó cuando Yoshihei Nakatani creó una nueva botana, hecha con cacahuate cubierto por harina de trigo y salsa de soya, dando como resultado un sabor dulce y salado que enamoró el paladar de los mexicanos. Los cacahuates se vendían en pequeñas bolsitas de celofán con el nombre de Cacahuate Nipón, en honor al país de Yoshihei.
Los ingredientes han cambiado un poco desde que Yoshihei Nakatani creó los cacahuates japoneses; no obstante, éstos no dejan de ser sencillos y se pueden conseguir fácilmente e incluso cualquier persona puede prepararlos de forma casera. Debes conseguir: maní crudo, harina de trigo, almidón de maíz, jarabe de azúcar, grasa vegetal, agua, sal, bicarbonato de sodio y salsa de soya; además una bolsa de 60 gramos tiene un aporte de 300 calorías.
Una forma de realizarlos es agregar a los cacahuates jarabe de azúcar y almidón de maíz, mientras son mezclados en forma circular, dejarlos reposar 20 minutos y posteriormente pasarlos al horno; para luego agregar los condimentos como la salsa soya y ácido cítrico encapsulado. Al finalizar esto se deben dejar reposar y los cacahuates japoneses están listos.